Columna de Mauricio Bravo: Una amenaza soterrada a los Liceos EMTP de Administración Delegada



El sistema educativo chileno ha experimentado numerosas transformaciones a lo largo de los años. La creación en 1942 de la Dirección de Enseñanza Profesional durante el mandato de Juan Antonio Ríos marcó un hito significativo, dando un reconocimiento formal a la educación orientada hacia habilidades prácticas. Esta acción no solo formalizó un nivel educativo basado en aprendizajes prácticos, sino que también elevó el estatus de estas escuelas de oficio, reconociéndolas finalmente como parte de la enseñanza media escolar en la década de 1960.

Sin embargo, la delegación de la administración y dependencia de liceos públicos a corporaciones privadas, principalmente asociaciones gremiales, en la década de 1980, introdujo un innovador sistema de colaboración público-privado. Setenta de estos Liceos de Educación Media Técnico Profesional (EMTP) son actualmente administrados por dichas asociaciones, representando un segmento vital del sistema educativo chileno que atiende a parte de la población prioritaria del país.

Los números hablan por sí mismos. Los Liceos EMTP de Administración Delegada han atendido a 44.869 estudiantes, lo que refleja su significativa contribución al sistema educativo. Más impresionante aún es su tasa de titulación: entre 2015 y 2021, estos liceos superaron en un 13% la tasa de alumnos titulados de los Liceos EMTP de los Servicios Locales de Educación. Y, en medio de una pandemia, estos establecimientos continuaron mostrando resiliencia y excelencia, superando a otros tipos de liceos en términos de titulación.

Estos logros se deben en parte a su capacidad para mantener relaciones estrechas con el sector empresarial. Un 78% de los Liceos EMTP de Administración Delegada tienen convenios de articulación con empresas, lo que resulta clave para sus alumnos. Esto contrasta con el 46% y el 39% de los Liceos Municipales EMTP y Liceos EMTP administrados por los SLEP, respectivamente. Estos convenios no solo facilitan una formación práctica para los estudiantes, sino que también establecen un puente hacia oportunidades laborales y de desarrollo profesional.

Además, el futuro parece prometedor para sus estudiantes, ya que el 66% de los egresados de 2020 ingresaron a la educación superior entre 2021 y 2023, 6% más que Liceos EMTP Municipales y 9% más que Liceos EMTP que dependen de un Servicio Local de Educación.

Todos estos indicadores positivos muestran su gran desempeño. Sin embargo, a pesar de su aporte a la educación, éstos podrían dejar de existir.

El reciente proyecto de ley presentado en 2023 por el Mineduc busca introducir cambios en la Ley 21.040 relacionada con la desmunicipalización. En este se establece que se podrá solicitar al Ministerio de Educación que se ponga término anticipado al convenio de administración respecto de uno o más establecimientos de administración delegada. De acogerse el término anticipado al convenio, deberá disponerse el traspaso del o los establecimientos de administración delegada al Servicio Local correspondiente.

En conclusión, la historia y el legado de la educación media técnico-profesional administrada por asociaciones gremiales demuestra su importancia y relevancia en la formación de jóvenes técnicos. Por tanto, no se entiende que los pongan en peligro si están logrando excelentes resultados y, es más, a todas luces son un modelo de gestión que se debiera replicar. Esto nuevamente abre el debate sobre el diseño de proyectos de ley y políticas públicas que no están basados en la evidencia y que, por tal motivo, es plausible pensar que la ideología impera por sobre las buenas prácticas de gestión educativa.

Por Mauricio Bravo, vicedecano Facultad de Educación UDD