Mejoras en el transporte público en Santiago

CAROLINA SCHMIDT


SEÑOR DIRECTOR:

Con la llegada de marzo, tanto trabajadores como estudiantes retoman sus actividades cotidianas, incrementando significativamente la demanda en el sistema de transporte público en todo Chile, y especialmente en Santiago. Esto pone en relieve la capacidad de respuesta del sistema RED, el cual enfrentará el desafío de manejar un volumen de pasajeros que esperemos se aproxime a los niveles previos a la pandemia.

En la última década, el sistema RED ha experimentado mejoras significativas, logrando recientemente la mejor valoración por parte de los usuarios en este período. Este logro se atribuye, entre otros factores, a la mejora en la cantidad y calidad de los buses, destacando la incorporación de unidades eléctricas, de dos pisos y de alto estándar. Sin embargo, a pesar del crecimiento sostenido de la red de Metro de 84 a 149 km desde 2008, el ajuste en el número y distribución de los buses no ha sido adecuado. Como resultado de esto, es común observar numerosos buses operando vacíos, incluso en horas punta.

Esta situación ha generado un desbalance financiero que se ha agravado con el tiempo, necesitando de un subsidio de 1.000 millones de dólares en 2023. A esto se suman las dificultades financieras de tres operadores clave (Metropol, RedBus Urbano y Santiago Transporte Urbano) que, ante una eventual quiebra, amenazan la continuidad de servicios importantes.

Para avanzar hacia un equilibrio entre la calidad del servicio y su costo, es fundamental abordar varios aspectos. Entre los más importantes se incluyen: la realización de licitaciones técnicamente sólidas que fomenten la competitividad y reduzcan los costos operativos; evitar la tentación de financiar con fondos públicos a operadores deficitarios; tomar medidas para disminuir la evasión, entregando a los operadores un rol mayor; y la reevaluación de la red de buses para evitar redundancias con la red de Metro.

Franco Basso

Académico

Escuela Ingeniería Industrial PUCV