Mercado laboral y libre competencia

Produccion de Cerezas
21 Diciembre 2021 Produccion de Cerezas de la empresa Garces Fruit de la VI Region, Trabajadores, vistas valle, siembra, arboles frutales, Packing. Foto: Andres Perez21 Diciembre 2021 Produccion de Cerezas de la empresa Garces Fruit de la VI Region, Trabajadores, vistas valle, siembra, arboles frutales, Packing. Foto: Andres Perez

"Economistas como el premio Nobel de Economía David Card han demostrado que los empleadores tienen poder de mercado, lo que comprueba que los trabajadores están en una posición más desfavorable de lo que originalmente se creía".



Un desafío importante que hoy enfrentamos como país es proteger los derechos de los trabajadores y mejorar sus condiciones de empleo. Si bien, históricamente, han sido los movimientos sindicales los que han velado por estos derechos, la libre competencia puede ofrecer un camino complementario.

En mercados muy concentrados por el lado de la demanda de mano de obra, y en los cuales los empleadores tienen poder suficiente para fijar salarios unilateralmente, existe un riesgo importante de los llamados “no-poach agreements” o “acuerdos de no-contratación”, en español. Se trata de acuerdos horizontales - explícitos o tácitos - en los cuales las empresas acuerdan no contratar a los trabajadores de su competencia con el objetivo de reducir costos de contratación. Estos carteles tienen efectos nocivos que perduran en el largo plazo, tales como impedir alzas de salarios y obstaculizar avances en las trayectorias laborales de los trabajadores.

En un mercado laboral competitivo, cuando una persona recibe una oferta en una empresa competidora puede utilizarla para negociar con su actual empleador, o aceptarla y cambiarse de trabajo. El empleador puede igualar la oferta para retener a esa persona en su puesto actual o puede dejarla ir. En cualquier caso, las empresas han revelado información importante sobre sus estructuras de pago que los trabajadores utilizan para negociar mejores salarios y condiciones de empleo. En ese sentido, la competencia por mano de obra es clave para el flujo de información que permite que trabajadores y sindicatos tengan poder de negociación.

Cuando no existe competencia en el mercado laboral, como en un acuerdo de no-contratación, los empleadores no necesitan aumentar el sueldo de sus trabajadores para responder a la posibilidad de que éstos se cambien de trabajo, ya que esa oferta potencial no existe. Similar a lo que ocurre con los carteles de productos, las empresas se benefician económicamente de los acuerdos de no-contratación a costa de los salarios de sus trabajadores. Esta es una conducta anticompetitiva grave, que tiene indudables efectos y que debe ser sancionada.

Economistas como el premio Nobel de Economía David Card han demostrado que los empleadores tienen poder de mercado, lo que comprueba que los trabajadores están en una posición más desfavorable de lo que originalmente se creía. En Estados Unidos ya hay casos de no-contratación en el sector tecnológico, en franquicias de comida rápida y la industria de profesionales de la salud, entre otras.

Las autoridades deben investigar y sancionar estos acuerdos ya que perjudican gravemente a las y los trabajadores de Chile. Además, estos acuerdos impiden que las personas tengan la suficiente movilidad para emplearse en los puestos donde son más eficientes, lo que puede derivar en peores productos y servicios y menor innovación.

En el contexto político y económico que vivimos, asegurar condiciones competitivas en el mercado laboral es central para que alcancemos un crecimiento económico sostenible, que proteja los derechos de los trabajadores y mejore sus empleos.

Por Sofía Jordán

Economista, integrante de Red ProCompetencia