SEÑOR DIRECTOR:
Un nuevo colapso del Metro de Santiago dejó en evidencia la excesiva dependencia de usuarios en este sistema de transporte. Uno que tras la implementación del Transantiago cobró relevancia a partir de un modelo fracasado donde solo cambiaron la forma más no así el fondo.
Entre las soluciones alternativas para afrontar este tipo de crisis resulta clave fomentar el uso de medios alternativos como bicicletas, scooters eléctricos y caminatas. Para ello, las ciudades deben ser repensadas e invertir en infraestructura segura y accesible, como carriles para bicicletas y áreas peatonales. Asimismo, se puede mejorar el sistema de buses para hacerlo más eficiente, confiable y puntual, implementando carriles exclusivos y sistemas de prioridad en semáforos. En simple, un Transantiago bien implementado y no a la chilena.
Sin dudas que la tecnología inteligente para coordinar el tráfico puede reducir la congestión y hacer que el transporte en superficie sea más atractivo. También, promover el teletrabajo y horarios de trabajo flexibles puede disminuir la demanda de transporte durante las horas pico, equilibrando el flujo de personas entre diferentes opciones de transporte y reduciendo la presión sobre el sistema subterráneo. Todas cuestiones obvias, pero no olvidemos: estamos en Chile.
Rodrigo Durán Guzmán
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