Migrantes: ¿Seres invisibles?
Carlos Escaffi es gerente general de Imaginacción Perú y profesor de la Facultad de Gestión y Alta Dirección de la PUCP.
11:30 horas, carretera panamericana, temperatura 32 grados, sol implacable de ese que hace ver espejismos en el horizonte y que además de generar daños irreparables en la piel y en la vista, termina por calcinar la única esperanza de una familia integrada por una pareja de dos jóvenes migrantes y su niño de 2 años, que dormido y transpirado en su coche, sofocado por la alta temperatura ambiente, era empujado por su padre sin destino final conocido, quien además de cargar con una pesada mochila con pertenencias básicas, cargaba sobre sus hombros la angustia de encontrar un lugar donde pasar la noche, unas monedas con qué comprar agua, pañales y leche para su hijo. Detrás, su compañera, una chica joven, que cargaba una botella de agua y una bolsa con elementos esenciales para el pequeño y el peso de la preocupación por la salud de su hijo ante una inminente insolación.
Pasaron raudos autos, camionetas, camiones, buses, motos, patrullas, nadie paró, nadie preguntó si necesitaban algo, cómo estaba el niño, nadie ofreció una botella de agua, un pedazo de pan, una fruta, simplemente nadie los vio, o quiso verlos. ¿Será que eran una especie de entidad invisible, o será que tristemente hemos normalizado el sufrimiento de personas dignas, humanos como nosotros, que por el hecho de ser migrantes y que por las razones que fueron abandonaron su tierra en busca de una nueva, y que claro, “como no son de acá” merecen absurdamente indolencia social, indiferencia, o muestras inhumanas carentes de sensibilidad social?
Hoy la región está en campaña electoral, ¿y qué es lo que se ha dicho al respecto, además de censuras enajenadas y amenazas para “algunos migrantes” ?, nada. El tema de fondo no es abordado, solo enfoques populistas de derecha o izquierda de contingencia reactiva.
Los movimientos migratorios existen desde el inicio de los tiempos, de épocas bíblicas, recuerde la emblemática “tierra prometida”. Hoy el movimiento migratorio es una realidad y como tal debe ser interiorizada y los gobiernos deben implementar de manera proactiva políticas públicas que reconozcan necesidades consecuencia de estos procesos sociales crecientes.
Algunas cifras, el número de migrantes internacionales se ha robustecido en las dos últimas décadas, logrando 281 millones de personas que viven fuera de su país en el 2020, respecto de los 173 millones de migrantes durante el año 2000 y los 221 millones en el 2010. Actualmente representan aproximadamente el 3.6% de la población mundial.
Finalmente, la única pretensión de esta nota es generar un espacio de reflexión sobre nuestra conducta respecto de los diversos éxodos de miles de familias de migrantes con las que en más de alguna ocasión nos hemos topado. No es fácil estar en una tierra ajena, sobre todo cuando tuviste que salir de la tuya con lo que tuviste puesto y con la única motivación de una esperanza que se diluye en el largo trayecto y el inclemente rechazo social.
El llamado es que volvamos a nuestra esencia, seamos más humanos, solidarios y recíprocos en lo más amplio de la acepción de estos términos.
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