Minería 4.0: yacimientos hiperconectados

Escondida, minería

Automatización, Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas, Drones, Business Intelligence, técnicas de modelaje 3D, wearables, entre muchos otros, han dado pie para que el “smart mining market” se haya valorado en US$6,8 billones el 2019 y se estime que alcance los US$20,31 billones para el 2025.



La industria minera ha vivido en menos de cien años una de las transformaciones más aceleradas. Ya en las últimas décadas del siglo pasado se hablaba de la industria 3.0, apalancada por el nacimiento de los primeros softwares para el sector. Y no han pasado 50 años y ya estamos en la fase de la minería 4.0 que captura prácticamente todas las nuevas tecnologías para ganar en eficiencia, seguridad y sostenibilidad. Automatización, Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas, Drones, Business Intelligence, técnicas de modelaje 3D, wearables, entre muchos otros, han dado pie para que el “smart mining market” se haya valorado en US$6,8 billones el 2019 y se estime que alcance los US$20,31 billones para el 2025. Sin embargo, con una prolongada pandemia, ¿se mantendrá el crecimiento?

Aunque con un ritmo menos acelerado, la transformación continuará su rumbo, más aún con la inminente licitación de la tecnología 5G, que dará un nuevo impulso a la consolidación de la “Minería 4.0” y al surgimiento de nuevas respuestas asociadas a seguridad industrial producto de la pandemia.

En ese contexto, los expertos sostienen que hay tecnologías como el modelaje 3D, que tendrán un fuerte desarrollo. Gracias a su gran capacidad de precisión para recrear espacios subterráneos, las empresas ahorrarán recursos y asegurarán a sus trabajadores al recrear previamente el trabajo en la mina. Acompañado por un mayor desarrollo de la inteligencia artificial y a la cada vez mayor capacidad de llegar con drones inteligentes a la faena, el trabajo será cada vez más eficiente.

Dada la alta demanda de insumos mineros, este sector está obligado a continuar desarrollando innovación tecnológica. El futuro de la minería reside en la evolución de nuevas tecnologías que permitan incrementar la productividad, la seguridad y el bienestar de los trabajadores. Dentro de estos avances, uno de los que ha cobrado mayor importancia es el Internet de las Cosas (IoT), refiriéndose específicamente a la sensorización de los elementos que participan de una faena minera. A nivel mundial, se estima que esta tecnología se masifique en los próximos años en industrias de todo tipo y que el mercado mundial represente US$2 billones hacia 2023.

La implementación de soluciones IoT requiere de mucha conectividad para asegurar la trasmisión inmediata y efectiva de la información, y para esto es fundamental contar con una conexión de alta velocidad totalmente dedicada a la operación. Claro Chile ha desplegado redes de LTE privadas en diversas faenas mineras del país. Ese sistema de conectividad de alta velocidad no requiere cables y permite una mejora significativa en la rapidez y latencia en la entrega de la data, con el fin de asegurar continuidad operativa en todo momento.

Contar con esta red privada de conectividad también da lugar a la implementación de soluciones Cloud, de ciberseguridad, acceso y analítica de datos en tiempo real, herramientas de colaboración y desarrollo de tecnologías autónomas. Todo esto permite proyectar en forma sostenida su producción y crecimiento en el tiempo, llevando a su máxima expresión el concepto de minería conectada, la cual, con la inminente llegada del 5G a Chile y su masificación alrededor del mundo deberán dar un salto más que exponencial. En un contexto como el que experimentamos hoy debido a la pandemia del COVID-19, la posibilidad de operar una industria de manera remota y contar con una minería hiperconectada, cobra aún mayor sentido y relevancia. La minería 4.0 no tiene tiempo ni espacio para esperar. Por ello, en la industria tecnológica y de las telecomunicaciones, continuamos trabajando aceleradamente para dar respuesta a un cúmulo de necesidades que no se harán esperar.

-El autor es director de Claro Empresas