Ministerio de Seguridad Pública: la realidad ha doblado la mano

delitos


SEÑOR DIRECTOR:

Una de las razones más importantes por la que creamos el Estado es por la necesidad de sentir seguridad. En Chile todos los gobiernos, desde el regreso de la democracia, han tenido que legislar o hacerse cargo de dicha preocupación. Es por eso que, desde hace varios años, se ha analizado la posibilidad de separar las funciones vinculadas al ministro del Interior y crear un ministerio cuya función esencial sea la seguridad. Antes de terminar su mandato, el Presidente Piñera presentó un proyecto de ley que crea el Ministerio de Seguridad Pública.

Lo cierto es que la realidad le ha doblado la mano al gobierno del Presidente Boric y la seguridad se ha transformado en una de sus mayores preocupaciones. Hoy es una responsabilidad que no puede eludir y por eso ha tenido que continuar con lo iniciado por su antecesor. Resulta paradójico porque su sector político se opone a incorporar un capítulo en el próximo texto constitucional que se haga cargo de los temas de seguridad pública.

¿Es necesario un ministerio que se dedique exclusivamente a los temas de seguridad pública? A primera vista parece acertada su creación. En primer lugar, porque cambia el actual paradigma de la seguridad y ubica a la sociedad en el eje central de su función, protegiéndola de las diversas amenazas que hoy enfrenta. En segundo lugar, porque se necesita de una respuesta del Estado completa y efectiva, y pareciera que un organismo que tenga las herramientas para enfrentar los nuevos desafíos de seguridad y las distintas causas, requiere de esa especialización. Tercero, porque esto permitirá que el jefe de gabinete pueda concentrar sus funciones en temas de coordinación política y lo alejará de esta manera de la contingencia de seguridad que muchas veces ha afectado su estabilidad. Por lo tanto, más allá de los efectos en temas de seguridad, la creación de este ministerio va a tener efectos colaterales políticos.

El Presidente tendrá que tomar una decisión en cuanto al rol que tendrá el ministro del Interior. Parece razonable una fusión con el ministerio que se relaciona directamente con el Congreso, la Segpres del ministro Álvaro Elizalde.

La estrategia tiene que ser bien analizada y en directa relación a un objetivo primordial de este nuevo ministerio, que es parte de un principio rector en materia del combate de la delincuencia: la ciudadanía considera la seguridad un derecho y el Estado el encargado de velar por éste.

Rodrigo Arellano

Vicedecano Facultad de Gobierno, Universidad del Desarrollo

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.