SEÑOR DIRECTOR

La prensa informa sobre la determinación de los salientes diputados Gabriel Silber (DC) y Gonzalo Fuenzalida (RN) de postular a los cupos de la Cámara de Diputado para ministro del TC, respaldados por sus respectivas bancadas.

A nadie escapa que el Tribunal Constitucional atraviesa una severa crisis de legitimidad provocada, particularmente, por la acusación de ser una “tercera cámara”. Tampoco el Congreso goza de la aprobación ciudadana, entre otras razones, por la convicción de que sus miembros buscan eternizarse en sus cargos.

En el contexto de la severa crisis institucional que vive el país, parece a lo menos imprudente postular a dos exdiputados al TC. Esperemos que las bancadas recapaciten y propongan el nombre de abogados constitucionalistas con las aptitudes profesionales requeridas para el cargo.

José Miguel Aldunate

Director de Estudios del Observatorio Judicial