Mujeres “STEM”, una gran deuda
"Del total de cargos académicos en las universidades del Cruch, sólo un 22% corresponde a profesoras. Mientras que, en la academia, la presencia de mujeres entre el personal I+D disminuye significativamente a medida que aumenta el nivel educacional, con solo un 31% del personal con doctorado correspondiente a mujeres".
Este año las postulaciones a instituciones de Educación Superior han continuado su regularización con el regreso a la presencialidad, aumentando en un 6% la cantidad de seleccionados. Sin embargo, vuelven a estar en la palestra importantes diferencias de participación entre mujeres y hombres, particularmente en las llamadas carreras STEM, asociadas a las áreas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Del total de matrículas a nivel general en el primer año de 2021, un 53.9% correspondió a mujeres, tendencia que ha persistido durante los últimos cinco años. Esto muestra un importante avance en cuanto a la participación femenina en carreras universitarias, concentradas principalmente en áreas de salud, educación y ciencias sociales. No obstante, del total de matriculados en carreras STEM durante 2021, solo un 20.3% fue ocupado por mujeres.
La causa de esta diferencia es multifactorial y está en directa relación con aspectos económicos, sociales y culturales. Por lo general, desde temprana edad, las niñas se ven envueltas en contextos marcados por estereotipos, los que van poco a poco alejándolas de los campos STEM. Ya en el momento de la elección de la carrera a estudiar, las adolescentes vislumbran un terreno mucho más llevadero en las áreas que históricamente han estado asociadas a mujeres. Esta percepción no sólo la enfocan al periodo de estudio, sino que luego, en el mercado laboral identifican que se verán menos expuestas a condiciones desiguales en los procesos de contratación, ascensos, entre otros.
Dicha disparidad persiste en áreas como la investigación y docencia. Del total de cargos académicos en las universidades del Cruch, sólo un 22% corresponde a profesoras. Mientras que, en la academia, la presencia de mujeres entre el personal I+D disminuye significativamente a medida que aumenta el nivel educacional, con solo un 31% del personal con doctorado correspondiente a mujeres. Esta baja representación es una evidencia más de la gran deuda en materia de equidad de género y oportunidades que existe en nuestro país.
La ciencia y la tecnología son factores claves para un desarrollo sostenible, por lo que las competencias STEM forman parte importante del presente y futuro de la economía y bienestar nacional. Para este efecto es necesario maximizar la incorporación de todo el talento existente, lo que implica impulsar la participación femenina en estas áreas. En este sentido, es clave generar programas continuos que fomenten el interés de las niñas y adolescentes en este campo, los que deben complementarse con el desarrollo de políticas que favorezcan la elección de carreras STEM y la igualdad de género en materia laboral.
Avanzar hacia un desarrollo sostenible e inclusivo, con innovación y bienestar social, requiere de trabajar desde todos los medios por incorporar el talento femenino en las áreas STEM, pues es el camino para conseguir una fuerza laboral diversa que fortalezca el sistema científico, económico, social y político de nuestro país.
* El autor es director de Clapes UC y Profesor Titular de Ingeniería UC
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