Mujeres y niños, los últimos de la cola
Una realidad ante la cual nadie puede hacer oídos sordos es que mientras los niños no vuelvan al colegio, muchas madres no podrán volver a recuperar sus empleos, pues no pueden dejar a sus niños solos en las casas.
El Covid-19 asestó un golpe certero y profundo al corazón de nuestra economía. Las cifras publicadas por el INE que indican que la tasa de desempleo del trimestre terminado en junio, se incrementó desde 7,3 el 2019 a 12,2% en el 2020, no reflejan la realidad del problema.
El análisis del mercado de empleo en nuestro país muestra que mientras en junio de 2019 habían 8,9 millones de personas empleadas, a junio de 2020 los empleados alcanzaban solo a 7,1 millones de personas. Esto implica que más de 1,8 millones de personas perdieron su empleo en los últimos 12 meses, sin incluir en este cálculo los 800 mil trabajadores que fueron acogidos a la Ley de Protección del Empleo y cuyos trabajos se encuentran congelados.
Justamente, y con el objeto de enfrentar la crisis y de apoyar a la población a recuperar sus empleos, el Presidente anunció un Plan de Subsidios e Incentivos que permitirá financiar una parte significativa del salario de hasta un millón de trabajadores, con una inversión de hasta US$ 2.000 millones.
Adicionalmente, el solo levantamiento de las cuarentenas, y la apertura del comercio, aunque sea lenta, deberían permitir la recuperación de empleos formales e informales que desaparecieron en la peor parte de las cuarentenas.
Sin embargo, las cifras de empleo reflejan una segunda realidad. Mientras el empleo de los hombres ha caído 17%, el de mujeres, 24%.
Una pregunta natural que surge del análisis es si es necesario un enfoque de género en las políticas de empleo. La respuesta es una sola, el principal enfoque de género en el empleo femenino es permitir la vuelta al colegio de los niños en edad escolar.
Una realidad ante la cual nadie puede hacer oídos sordos es que mientras los niños no vuelvan al colegio, muchas madres no podrán volver a recuperar sus empleos, pues no pueden dejar a sus niños solos en las casas.
Esto no debería ser un problema en sí mismo, pero la realidad es que el gobierno deberá contrapesar en su decisión de reabrir los colegios las razones sanitarias, y la probabilidad de que el más pequeño rebrote sea sindicado como otra razón para culpar al gobierno por parte de la oposición más extrema, que busca con cada uno de sus actos ganar acceso a lo que no son capaces de obtener con sus votos.
Tan obvio es lo anterior, que mientras el Colegio de Profesores en múltiples ocasiones ha indicado que este año no estarán dadas las condiciones para volver a reabrir los colegios, la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches asegura que estarán dadas las condiciones para realizar el plebiscito (en los colegios), y nada ha dicho para contradecir a sus compañeros del Colegio de Profesores, lo que en sí mismo es una contradicción obvia.
Y mientras Izkia, el Colegio de Profesores, y los políticos de extrema izquierda juegan su juego, las mujeres y los niños siguen sufriendo las consecuencias.
-La autora es economista jefa de Dominus Capital