No basta con financiar el acceso a la universidad
SEÑOR DIRECTOR:
El financiamiento universitario a través del CAE ha producido una fuerte discusión entre los partidarios de su condonación total, parcial o eliminación, con aquellos que indican que esta política pondría en riesgo una alternativa importante de financiamiento para miles de estudiantes.
Sin embargo, la discusión febril sobre los recursos para el financiamiento universitario nubla un fenómeno aún más complejo: si bien con el CAE casi se duplicó el número de estudiantes universitarios, la productividad del país ha caído persistentemente. En otras palabras: si bien tenemos más capital humano, este mismo capital produce cada vez menos.
Este fenómeno contradice una de las recetas que dan los economistas para impulsar el crecimiento per cápita de un país: un trabajador más hábil puede utilizar los otros insumos productivos de manera más eficiente y producir más, accediendo a salarios más altos. Muy por el contrario, la productividad de la economía chilena viene cayendo y el crecimiento potencial roza un impresentable 2%, indicando que la política educativa de formar capital humano con endeudamiento parcial, total o de gratuidad no está funcionando.
¿Son nuestros egresados capaces de producir microchips, computadores, softwares, robots, IA, etc. como lo hace Corea, Taiwán y otros países de modesto pasado económico? La respuesta es que no. O no en la medida para cambiar el destino de nuestro país. La realidad es que no estamos haciendo las inversiones para que las universidades formen adecuadamente a nuestros jóvenes. No basta que ellos y ellas lleguen a las universidades con sus sueños, sino que también hay que darles las herramientas para que puedan cambiar el rumbo a nuestro país.
Carlos J. García
Académico Facultad Economía y Negocios Universidad Alberto Hurtado
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