Nueva Constitución y derechos de niños, niñas y adolescentes
Paolo Mefalopulos es representante de UNICEF en Chile.
El Proceso Constituyente que ha iniciado Chile es una gran oportunidad para establecer un nuevo trato con los niños, niñas y adolescentes, otorgándoles reconocimiento constitucional como sujetos titulares de derecho. Ello supone un paso significativo para superar la invisibilidad que enfrentan actualmente, donde la Constitución no los menciona ni una sola vez.
¿Qué significa el reconocimiento constitucional de niños, niñas y adolescentes en la nueva Constitución y cuáles son sus implicancias políticas, jurídicas, sociales y culturales? En primer lugar, reconocer a niños y niñas como sujetos de derecho supone incluirlos dentro de los procesos de toma de decisión y escucharlos, tanto en el ámbito público como privado.
En segundo lugar, el reconocimiento constitucional también implica que existan mecanismos concretos y acorde a la etapa de desarrollo y madurez de este grupo de la población, que les permitan hacer exigibles sus derechos.
Adicionalmente, el reconocimiento constitucional de niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho establece exigencias tanto para el Estado, como para la sociedad y las familias. En lo que respecta al Estado, formaliza la obligación de garantizar plenamente los derechos de niños, niñas y adolescentes que se encuentran bajo su protección, aspecto donde hoy existen vulneraciones graves y sistemáticas frente a las que no existe un mandato constitucional de promoción y protección de derechos. En lo que respecta a la sociedad, releva la importancia de generar y apoyar las condiciones necesarias para el desarrollo físico, psicológico y social de todos los niños y niñas, con el fin de prepararlos para una vida independiente y entregarles las herramientas para cumplir una función constructiva en la sociedad. Por último, en relación con las familias, es importante que la nueva Constitución refuerce y resguarde su rol en el crecimiento, bienestar y protección de derechos de niños, niñas y adolescentes. En este punto resulta particularmente importante el apoyo que deben recibir las familias, especialmente las más vulnerables y que se encuentran en situación de pobreza extrema, para contar con las condiciones mínimas que les permitan ser un espacio de crecimiento y desarrollo adecuado para los niños y las niñas.
Cabe destacar que niños, niñas y adolescentes no sólo deben estar presentes en los contenidos del nuevo texto constitucional, sino también tener la oportunidad de participar y contribuir en el proceso de elaboración de la misma. En ese sentido, es una excelente noticia que en los diversos reglamentos aprobados por la Convención Constitucional se haya tenido en consideración la inclusión de una participación integral e inclusiva de niños, niñas y adolescentes. Quienes fuimos niños, niñas o adolescentes en generaciones pasadas no tuvimos la oportunidad de opinar y ser escuchados en muchas materias que nos afectaban.
La nueva Constitución debe ser la primera garantía de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Por lo mismo, desde UNICEF seguiremos brindando apoyo técnico transversal a la Convención Constitucional para el logro de dicho objetivo, y alentando al Estado, la sociedad y a las familias a ser más inclusivos, respetuosos y garantes de los derechos de los niños y niñas de Chile.
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