A nueve años del 27F

SEÑOR DIRECTOR

Esta semana se cumplieron nueve años del 27F, que pasó a la historia por ser uno de los terremotos más grandes registrados. Ante sus daños, el país debió utilizar todas sus capacidades institucionales y los recursos necesarios para volver a poner en pie las zonas afectadas. Chile puso en marcha un proceso de reconstrucción sin precedentes y que ha alcanzado un alto nivel de reconocimiento nacional e internacional. Pero la magnitud de este evento dejó en evidencia una enorme precariedad en la preparación de nuestras ciudades.

El 27F mostró que las amenazas naturales no solo dañan edificaciones; demostró que la naturaleza destruye barrios enteros, pueblos y ciudades, como ocurrió en las localidades costeras luego del tsunami. En esos lugares, un proceso de reconstrucción no es una tarea de reposición de bienes destruidos, sino que es una tarea de planificación y reorganización urbana compleja.

Transformar nuestras ciudades en ciudades más seguras tomará muchos años, pero no podemos desatender su prioridad. Se requiere mejorar los instrumentos públicos, las leyes, sus reglamentos e incorporar planes maestros de mitigación con inversiones a largo plazo. La experiencia de Dichato nos mostró que es imposible eliminar una amenaza de la magnitud de un tsunami, pero que sí es factible atenuar sus efectos y reducir el umbral de daños, a nivel que facilite la pronta recuperación.

Un buen ejemplo no resuelve el problema de cientos de ciudades chilenas, que a la fecha no consideran las amenazas naturales en sus planes de desarrollo. Procurar ciudades más resilientes debe transformarse en un objetivo de Estado. Es por ello que el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano ha asumido la responsabilidad de elaborar una propuesta que permita incorporar los riesgos naturales en la planificación urbana, que será entregada al Presidente Piñera para su implementación.

Esperamos que para la conmemoración de los 10 años, nuestra reglamentación urbanística cuente finalmente con disposiciones eficientes para mejorar la resiliencia de las ciudades.

Sergio Baeriswyl

Presidente Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, Premio Nacional de Urbanismo