Obesidad y rebote, una respuesta para enfrentar la otra pandemia
Jens Godtfredsen es embajador de Dinamarca en Chile.
Con tres de cada cuatro chilenos sufriendo de sobrepeso u obesidad, este es uno de los desafíos que el COVID-19 ha agudizado. La obesidad, ¿es un problema individual o colectivo? La prevención es necesaria y los avances logrados en Chile con el etiquetado de alimentos y programas como Elige Vivir Sano han demostrado su eficacia en mejorar los patrones de alimentación y calidad de vida de las nuevas generaciones, pero ¿cómo enfrentamos el problema de quienes ya sufren la enfermedad de la obesidad? La prevención no parece resolver sus problemas inmediatos.
No hay duda que la prevención debe ir de la mano de un tratamiento integral serio y a largo plazo, dando acceso a nutricionistas, apoyo psicológico, clínico y farmacológico. Sabemos que la obesidad es una bomba de tiempo para la aparición de otras enfermedades, y hemos visto como constituye un inmenso factor de riesgo en relación al COVID, por lo que no hay tiempo que perder.
En Dinamarca definimos la obesidad como una enfermedad, lo que significa que el sistema de salud pública ofrece tratamiento multidisciplinario y de largo plazo. Se investiga contra la obesidad, se buscan mejores políticas públicas, mejores prácticas clínicas, se estudian sus efectos psicosociales y nuevas alternativas de tratamiento. Y francamente estamos “saltando en una pata” con los últimos avances.
En un estudio recientemente publicado en The New England Journal of Medicine, investigadores de la Universidad de Copenhague y el hospital de Hvidovre (uno de los grandes hospitales públicos en Dinamarca) muestran cómo un programa de ejercicios, con efecto documentado científicamente, evita que una persona suba nuevamente de peso después de una dieta. Este programa se combina con un nuevo fármaco danés que limita el apetito, y los resultados son muy alentadores. Según los investigadores, han descubierto “el secreto de cómo evitar el rebote, después de haber bajado de peso”.
Signe Torekov, autora del estudio, explica que normalmente al bajar de peso, el cuerpo “se acuerda” del peso anterior y trata de recuperarlo, aumentando la producción de hormonas del apetito en el sistema digestivo y bajando la producción de hormonas inhibidoras del mismo, además de bajar el metabolismo para no seguir perdiendo peso. Este nuevo fármaco ayuda a que el cuerpo “se olvide” del viejo peso y “entienda” que el peso nuevo es el estado “normal”.
La investigación muestra que las personas que siguieron este nuevo programa de ejercicios, pudieron mantenerse sin volver a subir de peso, contrario a quienes mantuvieron su actividad habitual. En comparación, un tercer grupo solo tomó el fármaco y logró el mismo resultado positivo. Sin ejercicios. Pero sin duda el mejor resultado lo logró el grupo que siguió el programa de ejercicios y, además, tomó el nuevo fármaco, quienes siguieron bajando de peso al cabo de un año.
En Chile 12.000 personas mueren al año por obesidad. Como en gran parte del mundo, en Dinamarca el sobrepeso también es un problema grave, así que debemos aprovechar los avances y experiencias del uno y del otro para enfrentar el problema, tanto en prevención como en tratamiento.
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