País Peter Pan

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Santiago de Chile. Foto: Andrés Pérez


"Peter Pan, o el niño que no crecería", de J. Barrie, se estrenó con gran éxito en Londres en 1904, y su personaje se ha mantenido vigente hasta hoy. Lo más fácil es imaginar a Peter como un niño con una madurez física estancada en la preadolescencia. Es más difícil imaginar que su madurez emocional también está detenida en el tiempo. Además de no ir al colegio y de la ausencia de adultos emocionalmente cercanos que lo guíen en su crecimiento, el conocimiento de Peter es mágicamente constante. Por extensión, se denomina "síndrome de Peter Pan" a un desorden emocional en que un individuo adulto prefiere apegarse a su niñez o adolescencia, y evitar asumir las responsabilidades de una persona madura. A las personas con este síndrome les cuesta construir relaciones sociales profundas, y se sienten solas. También, la culpa de sus errores y fracasos es de los demás, nunca de ellos mismos.

Chile es el país de América Latina que hoy está más cerca de alcanzar el pleno desarrollo. Ese es nuestro destino natural. Como lo era en los países nórdicos en la primera mitad del siglo XX, o en Corea del Sur en la década de 1980. Como lo era en la Argentina de hace 100 años. O en el Chile de mediados del siglo 19 según Encina y Aníbal Pinto. ¿Por qué en la historia moderna ha habido países que maduraron al pleno desarrollo y otros que se rezagaron? Robinson y Acemoglu en "Why Nations Fail" argumentan que son las instituciones las que hacen la diferencia. Que en las sociedades que se estancan las instituciones tienden a consolidar en vez de a remover las prácticas rentistas. Foxley señala que la principal causa de porqué los países caen en la trampa del ingreso medio es que la sociedad no logra construir una lógica de cooperación en sus interrelaciones.

Esos y otros enfoques son más bien complementarios que antagónicos en sus respuestas. Lo interesante es que las respuestas a la pregunta hay que buscarlas más en la política y la sociedad que en la economía.

En el Chile actual tenemos varios síntomas de país Peter Pan que es necesario advertir. El principal es la "corporativización" de la política. Esto es, donde la política trata más de defender intereses corporativos (rentismo) que avanzar a un ideal de futuro. En la derecha conservadora (a diferencia de la derecha liberal) ha sido la práctica histórica defender derechos corporativos. Pero hoy la mayor parte del Frente Amplio es un cúmulo de demandas corporativas caras: gratuidad para todos, No + AFP, salud para todos y así. Es curioso que no se demandara ¡Seamos desarrollados! Mal que mal, en los países desarrollados las pensiones, la salud pública, la educación la distribución del ingreso y los índices de felicidad son todos mejores que en Chile. Y además son ricos. ¿No será que es mejor ser ricos para darse gustos de ricos? En el Chile de hoy me cuesta identificar las utopías de los partidos políticos. La mía es alcanzar a los nórdicos, a Canadá, Australia o Nueva Zelanda. Todos ellos ricos en recursos naturales, como Chile.

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