Pandemia, mujer y cárcel
SEÑOR DIRECTOR
El impacto de la pandemia desnudó realidades indignas, como la de las cárceles de Chile. Mujeres sin artículos de higiene menstrual. Escasez de agua. No hay papel higiénico, ni jabón. Todo porque el Estado no garantiza la entrega de artículos de aseo básicos a las personas privadas de libertad.
La mayoría de las cárceles cuenta con acceso insuficiente a servicios higiénicos, presentando falencias estructurales en los baños y no garantizan el acceso a agua durante las 24 horas.
En la Red de Acción Carcelaria quisimos visibilizar y apoyar desde nuestro lugar. Visitamos 18 cárceles, desde Iquique hasta Temuco, y apoyamos a más de 1.300 mujeres con artículos de higiene.
Fuimos testigos de la miseria de los recintos penales y escuchamos cientos de testimonios. Vidas marcadas por la exclusión, la marginalidad y el abandono. Una soledad que se intensificó en la pandemia y que ha traído un fuerte desgaste emocional.
Nos hemos reunido con autoridades para hacer ver esta crisis. El recibimiento ha sido bueno, pero sin una reforma estructural, cualquier gesto queda reducido al voluntarismo. Es inaceptable que la población penal dependa de organizaciones para acceder a jabón o a una toalla higiénica.
Pero tenemos ilusión. En nuestras campañas vimos que la sociedad sí empatiza y que está dispuesta a comprender esta crisis en profundidad. Si no hay un trato digno, ¿cómo podemos potenciar los procesos de reinserción?
La falta de artículos de higiene es solo la cara visible de una crisis que urge, y seguiremos haciendo todo lo posible para visibilizar las precariedades, exigir derechos mínimos y que la realidad de las cárceles deje de ser un tabú.
Elisa Alcaíno
Fernanda Cueto
Ignacia Delfau
Antonella Oberti
Jacinta Rodríguez
Red de Acción Carcelaria