Paráfrasis de un pasado ajeno
Por Óscar Guillermo Garretón, economista
(El texto a continuación es una paráfrasis, o sea, una frase que, imitando en su estructura otra conocida, se formula con palabras diferentes. Con el caso de Rojas Vade y de otros in mente, ésta se inspira en un pasaje de la premiada novela “Las Benévolas”, de Jonathan Littel (pag. 878), donde una alemana ajena a la guerra y al clima que vivía su país entonces le habla a su hermano, oficial de las SS nazi, sobre las razones que ella ve del odio asesino de la Alemania nazi a los judíos).
“Yo sé -dijo entonces- por qué odiamos a la elite. Al matar a la elite, hemos querido matarnos a nosotros mismos, matar al elitista que llevamos dentro, matar lo que en nosotros se parece a la idea e imagen que nos hacemos de la elite. Matar en nosotros al burgués tripón, que cuenta billetes, que va detrás de los honores; y sueña con el poder, pero con un poder que imagina con la cara de un banquero; matar la ética raquítica y tranquilizadora de la burguesía; matar el ahorro, matar la obediencia, matar la servidumbre, matar todas esas bonitas virtudes nacionales. Porque nunca hemos entendido que esos rasgos que atribuíamos a la elite y a los que llamábamos bajeza, cobardía, avaricia, sed de dominio y maldad fácil, son unos rasgos esencialmente nuestros y que si la elite los tiene, es porque soñaron con parecerse a nosotros, con ser pueblo, porque nos imitan servilmente por considerarnos la mismísima imagen de cuanto hay hermoso y bueno en el reino de alta burguesía, el Becerro de Oro de los que huyen de la aspereza del desierto y de la Ley. O quizás lo fingían, quizás acabaron por querer quedarse con nuestros rasgos por cortesía, por una forma de simpatía, para no parecer tan distantes. Y en cambio, el sueño nuestro era ser elite, puros, indestructibles, fieles a una causa, diferentes de los demás y con el amparo de la mano de Dios. Y lo que pasa es que todos se equivocan, la elite y quienes la odian. Porque si la palabra elite quiere decir algo hoy en día, lo que quiere decir es Otro, un Otro distinto a mí y una forma de ser Otro que quizás son imposibles, pero que son necesarios. Los amigos de estos matadores, quienes los amparan y justifican, tampoco entendieron esto. Decían que el exterminio de la elite no tenía gran importancia. Podrían luego matar a los asesinos de la elite, cargarles el crimen a unos cuantos enfermos y dementes, a ti. Pero ellos tienen tanta culpa como estos, porque también han hecho esta guerra para que muriera esa elite. Y lo peor es que si la elite sale de ésta, si los anti elite se hunden y sobrevive la elite, se les olvidará lo que quiere decir la palabra elite y querrán ser nación más que nunca. Y de repente tuve la visión del Führer vestido de judío con el chal de oración de los rabinos, …ante una multitud que no notaba nada...”.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.