Parlamentarismo de facto
SEÑOR DIRECTOR:
No puedo sino compartir la visión manifestada en carta por el profesor Moreno sobre la arbitrariedad e inconstitucionalidad del actuar de la Cámara de Diputados en la aprobación del acuerdo que solicita al Presidente de la República la destitución de un ministro, lo que es de su exclusiva competencia.
Es cierto que, en un sistema de multipartidismo con sistema electoral proporcional y sistema presidencial, se hace frágil la gobernabilidad democrática. Por eso, extraña que el Consejo Constitucional no se abra a una discusión sobre sistema de gobierno.
No obstante, para que exista una discusión abierta y plural, no hay que hacer un uso abusivo de los términos; no hay nada más alejado a un régimen parlamentarista que el “parlamentarismo de facto” que critica el profesor Moreno. Este término fue autoría de historiadores conservadores para la defensa del régimen portaliano y así se sigue usando sin reparar en ello.
Lo que está sucediendo en nuestra realidad política es una crisis del régimen presidencial por la corrosión de su institucionalidad y funcionamiento.
Así las cosas, para solucionar este mal llamado “parlamentarismo de facto”, y dados los elementos fácticos que constituyen nuestro sistema político, nada mejor que un régimen parlamentario pleno como solución.
Juan Pablo Albar A.
Abogado
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