Pedro Castillo: vacancia con diagnóstico reservado
Carlos Escaffi R. es consultor y analista internacional, gerente de Imaginaccion Perú y profesor de la PUCP.
A escasos cuatro meses de haber asumido la presidencia de la República del Perú, Pedro Castillo enfrenta su primera moción de vacancia presidencial, sumado a una aguda crisis política no solo de enfrentamiento entre los poderes Legislativo y Ejecutivo, sino que esta vez, por investigaciones en curso a cargo de la propia Procuraduría General del Estado y la Contraloría, vinculadas a indagaciones relacionadas a las visitas que habría mantenido el mandatario fuera de Palacio de Gobierno sin la existencia de un registro oficial.
Y es que, cuando la congresista de Avanza País, Patricia Chirinos, presentó ante el Congreso de la República, la redacción de la moción por vacancia presidencial por incapacidad moral contra el jefe de Estado, no necesariamente se preveía que dicha intención inicial lograría los 26 votos de 130 parlamentarios, sin embargo, contra todo pronóstico el 25 de noviembre lograron reunir 29 firmas de parlamentarios de agrupaciones políticas de oposición, entre ellas: Avanza País, Fuerza Popular (fujimorismo) y Renovación Popular.
Los principales argumentos que esboza la moción de vacancia están vinculados al uso ilegal de fondos públicos del Gobierno Regional de Junín en la campaña electoral 2021 de Perú Libre (partido oficialista), el cual se encuentra en investigación; designación de altos funcionarios vinculados al terrorismo y acusados de apología al terrorismo, y el más reciente caso de presunto tráfico de influencias en ascensos en las Fuerzas Armadas.
El siguiente paso para continuar con el trámite descrito, está previsto para el martes 7 de diciembre, ocasión en la que el Parlamento Nacional del Perú someterá a consideración si se admite o no a debate. Para su admisión se requieren 52 votos, es decir, el 40% de congresistas hábiles; si ello ocurriera, el Congreso deberá acordar día y hora para el debate y votación. En dicha sesión, el jefe de Estado tiene derecho a ejecutar su defensa junto a abogado de elección por un espacio de una hora.
Para vacar al Presidente de la República se requiere una votación calificada de parlamentarios no menor a los dos tercios del número legar de congresistas, es decir, 87 votos. La figura de la sucesión constitucional contempla que, en caso sea vacado el jefe de Estado aprobándose la vacancia presidencial, deberá asumir quien ejerza el cargo de vicepresidente, en este caso, la señora Dina Boluarte, actual ministra de Desarrollo e Inclusión Social.
Así las cosas, el diagnóstico de la situación expuesta es reservado, pero también crítico, de hecho, entre lunes y martes cada vez se van plegando más congresistas que estarían dispuestos en admitir el trámite en cuestión. El mensaje breve del presidente Castillo la noche de ayer aparentemente no habría convencido, por el contrario, señalan que el mandatario se estaría victimizando al afirmar éste que: “nunca aceptaron que un campesino, un rondero, un maestro, dirija la Nación y que promueva cambios estructurales al país”.
Finalmente, pierde Perú y pierden los peruanos que aspiran ser colocados al centro y que miran con impotencia cómo sus expectativas se van diluyendo cual agua entre los dedos.
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