Pensiones: institucionalidad fiscal a la altura del desafío
SEÑOR DIRECTOR:
Chile tiene una larga tradición de responsabilidad fiscal y esta reforma previsional no fue la excepción. El debate ha estado marcado por afirmaciones apresuradas que es oportuno aclarar:
1. Todas las deudas se contabilizan. El FMI, las clasificadoras de riesgo y los inversionistas confían en que Chile no oculta ni elude sus deudas. Chile sigue desde hace décadas las mejores prácticas del FMI en estadísticas fiscales, por lo que la deuda del nuevo Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP) será reportada trimestralmente por la Dipres siguiendo estos estándares, es decir, como parte del gobierno general.
2. El Aporte de Rentabilidad Protegida (APR) es un préstamo. En el colegio tenía un compañero al que le decían “Gato”, por sus ojos, pero nunca lo vimos cazar ni comer ratones. El nombre poco feliz del APR, que no menciona la palabra préstamo, no cambia su naturaleza definida en la ley. Es una obligación con garantía estatal, a nombre del afiliado, emitida a tasa de mercado, tal como dice la ley (art. 8 comparado Hacienda, pág. 31).
3. El FAPP, de la fragilidad a la “supersolvencia”: se dijo que el FAPP sería insolvente y vulnerable a “manotazos” del Estado. Pero la ley lo definió como autónomo, similar al del Banco Central y que no podrá gestionar inversiones. Su mayor exposición esperada (pasivos menos activos) es de 0,5 puntos del PIB (un quinto del costo de la PGU). Paradójicamente, el problema no fue su fragilidad, sino su “supersolvencia”, que la Comisión de Hacienda del Senado subsanó.
4. Cumplimiento tributario; del silencio a las dudas: el FMI cuestionó la meta de recaudación por cumplimiento tributario en enero de 2023. Muchos de los que guardaron silencio para “cerrar el tema tributario”, ahora advierten que no se recaudará 1,5 puntos del PIB. Supongamos que se recauda la mitad; faltarían US$ 800 millones, monto similar al que Hacienda tardó solo unos días en comprometer a rebajar en el presupuesto 2025.
En resumen, no fue un trabajo acelerado y a puertas cerradas. La reforma se construyó sobre un esfuerzo de meses de trabajo de alta dedicación, con dos comisiones técnicas conocidas por todos y aportes de decenas de especialistas. El Consejo Fiscal Autónomo hizo sus advertencias cumpliendo a cabalidad su función. Nuestra institucionalidad fiscal fue puesta a prueba y, una vez más, respondió a la altura del desafío.
Matías Acevedo
CIES-UDD
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