Periodismo y el movimiento social
En las últimas semanas, varios medios de comunicación despidieron a decenas de periodistas: colegas de radio Cooperativa, Mega, aquí mismo en La Tercera, y se rumorea que vienen más despidos en otros medios. Los dueños dan explicaciones que van desde la falta de publicidad por la irrupción de "lo digital" hasta que serían consecuencias del movimiento social del 18 de octubre. La verdad parece ser que no han sido capaces de transformar sus modelos de trabajo (y negocio) y adecuarlos al tiempo presente.
Sabemos que la concentración de medios en Chile ha sido y es un problema para nuestro desarrollo como sociedad. Hemos caído por años en la trampa de la mirada y análisis únicos, las verdades de un reducido grupo de dueños de medios que no logran dar con el pluralismo imprescindible para tener distintos puntos de vista que ayuden a comprender la comunidad que somos. Las y los nuevos ciudadanos encontraron en espacios digitales lo que los medios tradicionales nunca les dieron: miradas, puntos de vistas, posibilidad de participar y consideraciones diversas.
¿Por cuántos años se disfrazaron las demandas sociales y a cambio se programaron muchos realities o shows livianos y adormecedores? ¿Cuántas veces no escuchamos decir que a las personas no les interesaba la cultura pero sí querían entretención para llegar a la noche, cansadas y hastiadas, y mejor "no pensar" en sus problemas? ¿Cuántas veces se repitieron en las pautas de conversación los mismos de siempre, que fueron envejeciendo frente a las cámaras, sin renovar su análisis o siquiera visitar el terreno para saber cuánto y en qué estábamos cambiando?
Los procesos informativos requieren de equipos profesionales capaces de distinguir varias cosas: hechos reales de aquellos que no lo son, cifras correctas de aquellas que no lo son, reconocer las operaciones destinadas a que unos intereses prevalezcan por sobre otros, valorar la información recibida, reflexionar, investigar sin censura, atreverse a denunciar, etc. Las y los buenos periodistas (independiente de la posición que tienen, sean o no rostros) dirigen equipos conscientes de que su servicio a la comunidad es acercarse a la verdad de los hechos, pues no todos los hechos son iguales e impactan de igual manera. Sin medios independientes, sin análisis, sin pluralismo, la democracia está en crisis. No es lo mismo informarse en redes sociales que informarse con un buen equipo de contenidos perteneciente a una fuente periodística seria, visible, apelable y digital (obviamente).
El movimiento social es la expresión más contundente del hastío de las personas con un "alrededor" que no supo ver ni cambiar a tiempo, y eso incluye a los medios de comunicación. Prefirieron mostrar el Chile del consumo, el país del emprendedor exitoso que hace negocios con China, de los restoranes de moda. ¿Y qué dijeron de las verdaderas causas de problemas, como la pobreza, la educación, salud, pensiones, enfermedades y discriminaciones? De ese Chile se habla poco en medios tradicionales (y así lo recogen las encuestas con una bajísima valoración hacia ellos) y tendrán que cambiar la mirada y crecer junto al Chile nuevo que está latiendo en todas partes.
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