Plan de emergencia habitacional: un gran avance, aunque aún insuficiente
Por Dominique Keim y Mario Valdivia, Centro de Políticas Públicas UC
A través del Plan de Emergencia Habitacional (PEH), que fue anunciado a inicios de julio, el gobierno busca hacer frente a la crisis habitacional que actualmente afronta el país y que se volvió altamente visible tras la pandemia.
De acuerdo a la última estimación del Centro de Políticas Públicas UC, el déficit de viviendas llega a los 641.421, y de no tomar acciones de política pública distintas a las que se venían desarrollando en nuestra actual política habitacional, necesitaríamos más de 30 años para superar la actual crisis, de acuerdo a un estudio de TECHO-Chile y Fundación Vivienda de 2021. Ejemplo de ello, es que al año 2020 se entregaron un total de 55.186 subsidios para la compra o construcción de viviendas, lo que representa solo el 8,6% del déficit estimado.
La estrategia adoptada por el gobierno busca abordar un 40% de la demanda habitacional proyectada en el periodo 2022 - 2025, lo cual significa un promedio de 65.000 viviendas al año. Y aunque, quizás, este número es aún insuficiente, hay tres aspectos del Plan que nos parecen altamente relevantes. El primero, es que no solo se contempla la vivienda en propiedad, sino que también se incorporan otros mecanismos, como la autogestión, el cooperativismo y el arriendo a precio justo, entre otros, que, si bien ya se implementan, ahora se conjugan como parte de una estrategia integrada.
Lo segundo es que, en este plan, también se considera lo que se ha denominado “sentido de equidad territorial”, es decir, que las nuevas viviendas de áreas metropolitanas se emplacen en buenas localizaciones, que estén bien equipadas en cuanto a diversos servicios. Para ello se propone consolidar un banco de suelo público para la construcción, donde se plantea de manera honesta, que no da lo mismo cualquier terreno, sino que se deben cumplir condiciones para que los suelos se califiquen como aptos, lo cual va en sintonía con los principios y lineamientos establecidos en 2014 por la Política Nacional de Desarrollo Urbano.
Como tercer punto, es importante considerar que no solo se pretende la consolidación del banco de suelo público como tal, sino que, además, se busca consolidar los mecanismos para que el Estado tenga las herramientas para mantenerlo en el tiempo y así contrarrestar nuevas crisis, lo cual sin duda le da al plan una visión de futuro y de entender que este es un proceso dinámico.
Es un hecho que el PEH es un esfuerzo importante y supone un cambio relevante en la forma de abordar la crisis de vivienda en Chile. Sin embargo, por sí solo no es suficiente, ya que, aunque el plan se ejecute y cumpla en su totalidad, aún habrán más de 380.000 familias que seguirán a la espera de una vivienda digna y es ahí donde este plan se vuelve una invitación a que los demás actores (privados, ONG, universidades, etc.) pasen a la acción y se vuelvan parte de la solución.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.