Plebiscito del 4 de septiembre: ¿Cómo avanza la Convención?
Por Pamela Figueroa, Instituto de Estudios Avanzados, Usach
Las autoridades ejecutivas y de la Convención Constitucional han anunciado que el plebiscito constitucional -aquel en que la ciudadanía se manifestará para aprobar o no el nuevo texto constitucional- ya tiene fecha: el 4 de septiembre.
Este es un anuncio importante por varias razones. En primer lugar, porque es una confirmación de que el debate y deliberación de la Convención Constitucional se dará dentro de las fechas establecidas, y cierra la especulación de que podría extenderse. En segundo lugar, porque esto permite que la ciudadanía visualice un punto temporal en la cual deberá pronunciarse con voto obligatorio sobre el texto constitucional, lo que también marca un período en que la comunicación sobre las normas aprobadas por el Pleno de la Convención será clave para un voto informado. Y, en tercer lugar, porque se rescata una fecha tradicional de la democracia chilena, en la que se celebraron elecciones presidenciales.
Se han expresado diversos análisis sobre las razones que podrían movilizar a la ciudadanía a aprobar o rechazar el nuevo texto constitucional. Las últimas semanas han circulado encuestas que muestran un crecimiento de la opción Rechazo, sin siquiera tener aún un texto definitivo sobre el cual pronunciarse. Esto puede relacionarse a una evaluación del desempeño de la Convención, a la confusión que genera tratar de diferenciar las normas aprobadas en comisiones de las que realmente son aprobadas en el Pleno, a las observaciones que desde fuera de la Convención se hacen con respecto a lo que las comisiones aprueban, o a una evaluación más general del proceso político nacional.
Lo cierto es que, hasta ahora, el Pleno de la Convención ha aprobado 161 artículos de forma total o parcial, los que fueron previamente aprobados en alguna de las siete comisiones. La dinámica que ha tomado el trabajo de la Convención, definido en su reglamento, es que en las comisiones se deliberan una amplia gama de temáticas y puntos de vista, y se aprueba por mayoría lo que va al Pleno, quien debe aprobar por 2/3 cada una de las normas, para que se integren al texto que será plebiscitado. Dada la fragmentación de las fuerzas políticas en la Convención, las normas aprobadas por dos tercios son aquellas que representan a una mayoría de convencionales, y aquellas más de nicho tienden a quedar en el camino.
El tiempo es acotado (ya tenemos fecha para el plebiscito constitucional), la necesidad de comunicar sobre el texto aprobado es decisiva, y la oportunidad de la Convención de integrar posiciones más allá de mayorías circunstanciales, son factores clave para que el proceso constituyente llegue a puerto como lo que fue concebido: un acuerdo político y social amplio, que canalice las demandas de la ciudadanía y profundice la democracia en Chile. Nos quedan pocos meses.