SEÑOR DIRECTOR:
Tras los recientes comicios electorales quedó en evidencia el cambio en el comportamiento de los votantes al pasar del voto voluntario al obligatorio. Chile, en esencia, es un país que tiende a la moderación, evitando los extremos. Por eso, esta elección representa un triunfo para la sensatez, la experiencia y el valor de los acuerdos y diálogos.
Aunque la oposición celebra sus resultados, no se debe olvidar el descalabro que enfrentaron en las elecciones anteriores. En ese contexto, su desempeño reciente partía de una base muy baja, haciendo más sencillo superar las expectativas. Por otro lado, aunque el oficialismo experimentó pérdidas, también consiguió avances relevantes.
En términos de correlación de fuerzas, el oficialismo aún mantiene ventaja sobre la oposición, pero las brechas se han estrechado. Esto refleja un ciclo político profundamente pendular, donde cada evento y coyuntura impacta de manera decisiva en el ánimo del electorado. En este escenario, las encuestas se vuelven herramientas cada vez más inexactas, incapaces de anticipar decisiones que se resuelven en el último momento, dentro de la privacidad de la urna.
Rodrigo Durán Guzmán
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