Práctica abusiva en repactaciones
SEÑOR DIRECTOR
Últimamente, desde distintos sectores han surgido severas críticas a ciertas conductas del sector bancario y financiero. Entre otros abusos, destaca uno por su hipocresía, y es el de la generosa oferta para postergar el pago de cuotas de créditos hipotecarios y de consumo para aquellos clientes que padecen una grave necesidad. Este acto nada tiene de caritativo –como algunos lo han presentado–, pues en la mayoría de los casos se ha concretado en el otorgamiento de nuevos créditos disfrazando de ayuda lo que no es más que anatocismo.
En efecto, el nuevo crédito se otorga por el monto total de las cuotas postergadas, las que incluyen capital e intereses, y sobre ese monto se aplica una nueva tasa y se cobran nuevos intereses. Cobro de interés sobre intereses, y sobre intereses no devengados (pues se trata de cuotas futuras) ni justificados en la mora (porque no existe atraso en el pago). No aplican, por tanto, los argumentos recurrentes de la industria para justificar el anatocismo (o interés compuesto) en casos de repactación de créditos morosos.
Esto no es más que oportunismo. No se trata de ofertones cuya modalidad se impone por las fuerzas ciegas e irresistibles del mercado. Es impresentable y constituye un motivo adicional para regular por ley no solo los efectos de la pandemia, sino la injusticia estructural que por décadas tolera y ampara este abuso.
Álvaro Ferrer Del Valle
Director Ejecutivo Comunidad y Justicia