Preocupante retroceso de la democracia

Cóngreso Cámara
Preocupante retroceso de la democracia.

El índice global, elaborado todos los años, mostró una nueva caída en los países considerados como democracias. Chile retrocedió cuatro lugares, lo que revela la urgencia de avanzar en reformas al sistema político para revitalizar nuestra democracia.



El índice de democracia en el mundo, que anualmente publica The Economist Intelligence Unit, reveló en su última edición un panorama desalentador. No solo confirma que la democracia viene en retroceso y que la caída en el índice, que comenzó a acelerarse a partir de mediados de la década pasada, se mantiene. También muestra que una amplia mayoría (130) de los 167 países medidos por el estudio experimentaron, durante 2024, un retroceso en las distintas variables consideradas y sólo 37 mostraron una mejoría. A ello se suma que el total de países que pueden ser considerados democracias -ya sea plena o imperfecta- se redujeron el año pasado de 74 a 71.

Lo anterior va de la mano del avance de los regímenes autoritarios, que en 2024 representaron el 35,9% de todos los países analizados. Ello da cuenta que casi el 40% de la población mundial vive bajo sistemas de ese tipo frente a un 45% que lo hace bajo regímenes democráticos, aunque sólo 6,6% lo hace bajo una democracia plena. En la última década, el porcentaje de población mundial viviendo en democracias retrocedió cinco puntos. Más grave aún, el índice global de democracia es el más bajo registrado nunca por el estudio. El promedio del ranking -que ordena a los países de 0 a 10- pasó de 5,52 a inicios de siglo a 5,17 el año pasado.

De acuerdo con el estudio, el total de países con un sistema democrático pleno llegó a 25, uno más que el año anterior. Una buena noticia, aunque sólo relativa, porque en el caso de las democracias imperfectas, el número cayó, pasando de 50 países en 2023 a 46 el año pasado. Entre las razones de la caída general de la democracia en el mundo, la principal es el retroceso de las libertades civiles, que viene bajando sostenidamente desde la primera década del siglo. Lo mismo sucede con el pluralismo y los procesos electorales y el funcionamiento de gobierno. La cultura política también ha venido experimentando una caída que se aceleró desde la pandemia.

En el caso de Chile, el índice tampoco entrega buenas noticias. El país experimentó un retroceso de cuatro puestos con respecto a la medición anterior. Actualmente es el tercer país de la región en el índice, detrás de Uruguay y Costa Rica -ambos considerados democracias plenas- y está muy por encima de Brasil y Argentina. Ello, sin embargo, no es razón para ser complacientes. Chile se ubica en el lugar 29 e integra el grupo de democracias imperfectas. Además, registra una fuerte caída en dos de las cinco variables consideradas, el funcionamiento del gobierno y la cultura política.

Lo anterior es una prueba más de la urgencia de avanzar en las reformas que permitan fortalecer nuestro sistema político, clave del buen funcionamiento de toda democracia. Los problemas de representatividad y las dificultades para avanzar en los debates legislativos producto de la fragmentación política del Congreso terminan conspirando contra la eficacia del sistema y la confianza de la ciudadanía. La incapacidad de responder en forma oportuna a los problemas concretos de la gente puede terminar favoreciendo el surgimiento de figuras populistas que apelen al desencanto. El retroceso en el índice de democracia es una alerta que se debe tomar en cuenta.

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