Presupuesto 2025: Ojo con los supuestos
SEÑOR DIRECTOR:
Como resultado de la regla de balance estructural, el aumento de 2,7% para el Presupuesto 2025 propuesto por el gobierno es consistente con la meta 2025 (-1,1% del PIB). Pero, como decía un profesor universitario: “No se preocupe de los resultados de un modelo, enfóquese en sus supuestos”. Y es aquí, en los supuestos, donde debemos poner especial atención.
Si proyectamos los ingresos fiscales del 2024 en base a la ejecución a agosto (caída anual de 4,4%) y en línea con la desviación que ya advirtió el CFA, estos serían US$ 3.400 millones menos de los que proyecta Hacienda. Ahora, los ingresos para el 2025, que crecen un importante 8,5% real, están en duda por: (i) la sobreestimación de ingresos 2024 y (ii) los US$ 1.200 millones que supuestamente recaudará el proyecto de cumplimiento tributario. Recordemos que el mismo FMI recomendó gastar estos recursos una vez recaudados y que la norma de repatriación de capitales (US$ 700 millones) genera dudas al dar menos de dos meses a los contribuyentes para recopilar los antecedentes. Así, con menos ingresos de los que supone Hacienda, se vuelve difícil cumplir la meta de balance estructural de -1,1% del PIB para el 2025.
Hay otro supuesto elemental, que solemos pasar por alto: la capacidad de los gobiernos para ejecutar los recursos adicionales que se le entregan. Por ejemplo, en seguridad para este año se prometieron 4.000 nuevos cupos carcelarios, pero hasta ahora sólo se han creado 169. Se comprometió también la inauguración de tres nuevas fiscalías (Colchane, San Pedro de Atacama y Puerto Williams), pero ninguna de ellas se ha creado. Además, se aumentaron en un 40% los recursos de Carabineros para la compra de vehículos y equipos, pero a agosto su ejecución alcanzaba apenas un 10%. ¿De qué sirve pedir más recursos si luego no se gestionan?
Para fortalecer la discusión presupuestaria, el CFA debería emitir una opinión sobre la razonabilidad de los supuestos de ingresos, que finalmente son los que determinan el nivel de gasto del presupuesto y el (in)cumplimiento de la meta de balance estructural. Junto con esto, el nivel de cumplimiento de las promesas del gobierno debería nutrir la discusión y asignación presupuestaria para el año 2025. Ante la fragilidad de nuestras finanzas públicas, debemos ser aún más prudentes en los supuestos con que se construye el presupuesto fiscal.
Juan José Obach
Director ejecutivo Horizontal
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