
Primarias

Las oposiciones terminaron por confirmar que no habrá primarias presidenciales en el sector. En resumen, Kast, Kaiser, Matthei y quizá algún otro irán todos a primera vuelta, ilustrando que entre ellos no existe una plataforma política común, ni voluntad de acuerdos y, menos, capacidad para construir una propuesta unitaria. Republicanos y libertarios optaron por el camino propio, por marcar diferencias y reforzar identidades. Sobre todo, en base a la horadación de Chile Vamos y su candidata, dejando claro que el abismo hoy existente entre la centroderecha y la derecha radical es insalvable.
Pero no es todo. Chile Vamos tampoco fue capaz de generar una competencia más acotada. La opción del exalcalde Carter fue desechada y la senadora Rincón no pudo cumplir con las exigencias formales. Con ello, las oposiciones terminan exhibiendo solo fragmentación y ausencia de vocación unitaria; y, también, dejan escapar dos meses de campaña legal, pierden un importante foco de atención mediática y desechan una franja en televisión gratuita. Está claro entonces que si hay opciones de que alguno de ellos pueda ganar las presidenciales, no se debe ni a la generosidad ni a la inteligencia política de sus candidatos, sino a factores de contexto.
En paralelo, el oficialismo va en la dirección contraria. Los partidos definen sus nombres y el objetivo es hacer una primaria lo más amplia posible. El PPD ya tiene a Tohá, el PC a Jara, el FA a Winter, los liberales a Mirosevic y el FRVS a Mulet. Los socialistas optaron al final por respaldar a su actual presidenta Vodanovic, lo que podría marcar un quiebre histórico y sorpresivo en el Socialismo Democrático y que, en un escenario de mayor dispersión, puede mejorar las opciones relativas de Jara y Winter. Por ahora, la DC decide quedarse fuera de las primarias oficialistas, pero al final buscará algún grado de acuerdo y convergencia con dicho sector, de cara a la segunda vuelta.
Resulta difícil de entender, pero son las excentricidades de la política, sobre todo, en estos tiempos: las candidaturas de oposición suman en torno al 60% y fácilmente podrían llegar a la mayoría absoluta en primera vuelta, si van unidas. Sin embargo, con el grado de crispación y desafección que han mostrado entre sí, hoy ponen incluso en riesgo sus posibilidades en el balotaje. Al frente, los partidos de gobierno optan por el camino contrario: conformar el mayor bloque unitario posible, teniendo como norte que lo único importante es seguir en el poder. Ahora, la candidatura de Vodanovic puede complicar ese esfuerzo, tensionar al Socialismo Democrático y mejorar en algo las perspectivas del PC y del FA en las primarias del sector, pero la vocación unitaria es algo que sin duda resistirá.
Son las claves de un proceso extraño, donde las fuerzas de gobierno confirman que su única prioridad es ganar, y donde no pocos en la oposición dejan en claro que, para ellos, no es un drama perder.
Por Max Colodro, filósofo y analista político
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