Protección patrimonial
SEÑOR DIRECTOR:
A mediados de la semana pasada trascendió la noticia del retiro de un conjunto de murales de autoría de Violeta Parra realizados en Santiago Centro. Activadas las alarmas, el lugar que albergó la mítica Peña de los Parra fue rápidamente declarado Monumento Histórico.
Desde hace más de cien años, el arte chileno ha estado atravesado por el muralismo, en un repertorio muy amplio de técnicas, temas y estilos. Lamentablemente, muchos de ellos están desaparecidos, ignorados, vandalizados y desprotegidos. En este sentido, la declaratoria del inmueble de Carmen 340 es una noticia feliz, ya que permitirá una protección a las obras que no es muy frecuente para la pintura mural nacional.
También debiera ser el punto de partida de una discusión más profunda del por qué proteger la pintura mural y qué es lo que estamos cuidando al resguardar este tipo de obras y sus entornos. Las respuestas son muchas, pero todas tienen que ver con reconocer y visibilizar artistas que buscaron valorar el espacio público, los lugares de encuentro y las relaciones que ahí se gestaban, con propuestas basadas en la democratización de la experiencia estética.
La declaratoria de la Peña de los Parra es, en ese sentido, una esperanza para poner el foco no solo en el valor material de una pintura mural, sino que también en la experiencia inmaterial que la acompaña.
Magdalena Dardel Coronado
Doctora en Historia del Arte
Académica del Departamenteo de Artes Integradas UPLA
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