Putin consolida su poder en Rusia

Putin


El Presidente ruso dio el miércoles pasado un paso decisivo para poder convertirse en el gobernante más longevo en la historia de la Rusia poszarista. Más del 75% de los ciudadanos de su país aprobaron las más de 200 reformas propuestas a la actual Constitución, elaborada tras el desplome de la Unión Soviética, entre las cuales se encuentra la que abre la puerta a que el Mandatario pueda gobernar dos periodos más. De esta manera Vladimir Putin permanecería en el poder, si es reelegido, hasta 2036, extendiendo a 36 años el tiempo en que habrá dirigido los destinos de Rusia, ya sea como Presidente o como primer ministro.

Pero el objetivo de la consulta -que no estuvo ajena a la polémica, por realizarse al margen de la ley electoral vigente y en medio del peak de contagios de la pandemia- va más allá de permitir que el Presidente ruso gobierne doce años más, tras el fin de su actual mandato en 2024. Con ella se buscan principalmente otros dos objetivos. Por una parte, reforzar valores tradicionalistas rusos, incluyendo en la Constitución la fe en Dios y la prohibición a los matrimonios del mismo sexo; también consolidar el poder interno y la estrategia internacional de Putin. El Mandatario no estaba obligado a someter a consulta las reformas, que ya contaban con el apoyo en el Parlamento, pero el resultado consolida su liderazgo.

En los últimos años el gobernante ha intensificado su proyecto de ampliar la influencia rusa a nivel mundial, desafiando incluso el actual orden internacional, como sucedió con la anexión de la península de Crimea en 2014. Y con las reformas aprobadas el miércoles pasado, es probable que este proceso se intensifique, alentado, además, por un discurso nacionalista, que en parte busca contrarrestar una economía fuertemente golpeada por la pandemia y la caída en los precios del petróleo. En ese proceso una de las reformas decisivas y menos comentadas es la que establece la preeminencia de la Constitución rusa por sobre los tratados internacionales. Un cambio que representa un claro desafío al ordenamiento jurídico global.