¿Qué nos dicen los datos de la 2a vuelta?
Por Jorge Fantuzzi y Felipe Sepúlveda, economistas
Diversos análisis se han realizado para explicar el alto porcentaje alcanzado por el nuevo presidente electo, Gabriel Boric, en la segunda vuelta presidencial. En esa línea, queremos contribuir al debate a partir de un análisis estadístico de los datos preliminares publicados por el Servel.
Con el fin de entender cómo se distribuyeron los votos de la primera vuelta presidencial en la segunda vuelta, utilizamos un análisis de descomposición de varianza de los votos obtenidos por ambos candidatos -a nivel de mesa- en todo Chile. Esta metodología, si bien tiene sus limitaciones, es transparente y permite analizar la segunda vuelta a partir del comportamiento efectivo de los votantes (en contraste, con otros análisis que se realizan a partir de encuestas).
Los resultados del ejercicio estadístico revelan los siguientes hallazgos. Primero, que 7 de cada 10 votos de Provoste se habrían traspasado a Boric, mientras que solo 3 de cada 10 votos se habrían traspasado a JAK, lo que ratifica el apoyo de la centroizquierda al candidato del Frente Amplio. Además, se restringió la muestra de la estimación a solo la Región de Atacama y se identificó que el traspaso de votos de Provoste a Boric habría sido marginalmente superior que en el resto de Chile, lo que permite concluir que el apoyo de la centroizquierda habría sido transversal y no exclusivo de la Región de Atacama. Segundo, de cada 10 votos de Sebastián Sichel, 6 se habrían traspasado a JAK y 2 a Boric. Lo anterior muestra que, si bien hubo un traspaso de Sichel a JAK, hubo un porcentaje importante de sus votantes (cercano al 20%) que no se sintió representado por ninguno de los candidatos presidenciales. Tercero, los votos de Parisi habrían beneficiado al candidato del Frente Amplio. En particular, 50% de los votos se fueron a Boric, mientras que solo un 20% habrían llegado a JAK. Es decir, el traspaso a Boric fue más del doble del traspaso a Kast. Esto además muestra que el tardío apoyo de Parisi a JAK no fue suficiente.
Finalmente, se evidencia que tanto Boric como JAK movilizaron un nuevo electorado en la segunda vuelta, sin embargo, por cada 100 personas que no votaron en primera vuelta, hubo 6 que votaron por Boric y 4,5 que votaron por Kast en segunda vuelta, lo que favoreció de forma importante a Gabriel Boric.
En definitiva, estos patrones nos permiten realizar una primera aproximación cuantitativa a la comprensión de los resultados observados en la segunda vuelta. En particular, los resultados sugieren que la mayor movilización de votantes de Gabriel Boric no habría sido la única explicación de su holgado triunfo, sino que también habría sido fundamental el fuerte traspaso de votos de Provoste, MEO y Artés, y a lo que se suma el mayor traspaso de los votos de Parisi a Boric comparado con JAK. Asimismo, el débil traspaso de votos de Sichel a JAK sentenció la elección.