¿Quién está pensando en Chile?

Todos los días leo la prensa y advierto que, a pesar del paso de los años, seguimos siendo un país muy dividido, dominado por las ideologías y los intereses individuales. Y aunque no tengo dudas de que nuestros honorables quieren lo mejor para Chile y las autoridades de gobierno están trabajando por un país con mayor progreso y desarrollo, algo nos está pasando que últimamente todo es pelea, odiosidad y competitividad.

¿En qué momento llegamos a esto? Intenciones de acusar constitucionalmente; primero a ministros de Estado, luego al Fiscal Nacional y recientemente a jueces de la Corte Suprema. Diferencias radicales en torno a temas importantísimos, como el salario mínimo y la Reforma Tributaria. Legislaciones relevantes que siguen dormidas, sin lograr ver la luz. Discusiones livianas en torno a temas valóricos… ¿Dónde quedó la estrategia de fondo y la entrega por el servicio público?

Llegó la hora de reflexionar y priorizar, no podemos seguir caminando en esa dirección. Hoy vemos las dificultades por las que están pasando países como Venezuela, Argentina, Brasil y Perú y creemos que estamos lejos de alcanzarlos. Sin embargo, aquello que se denomina "crisis institucional", podría estar más cerca de lo que pensamos si no hay un compromiso y un cambio de actitud. No esperemos tocar fondo.

Ahora que estamos en el mes de la patria, y que recordamos nuestros orígeres como República independiente, sería bueno que nos detuviéramos a pensar en el Chile que nos gustaría dejarle a las futuras generaciones. En la transformación digital, en una educación de calidad, en la incorporación de los inmigrates, en la superación de la pobreza, en la sustentabilidad de nuestra clase empresarial, en nuestro sistema de transporte, en facilitar el emprendimiento, en mejorar la calidad del empleo, en hacer las cosas bien.

No nos quedemos pegados en la discusión chica.Avancemos. De todos depende hacer de Chile un país más próspero y en paz.