Realidad que se vive en alto Hospicio
SEÑOR DIRECTOR:
La seguridad, según definición de la ONU, es “la protección de un núcleo básico de derechos, incluidos el derecho a la vida, el respeto a la integridad física y material de las personas y a tener una vida digna”. Es la base para el ejercicio de otros derechos y un requisito fundamental para el desarrollo humano. La seguridad refuerza los niveles de confianza, indispensables para producir cohesión social y contribuir a mejorar la vida en comunidad.
¿Qué hacer en territorios donde este núcleo básico de derechos parece no tener cabida?
En La Tercera de este domingo se relata de forma dramática y desalentadora la situación que se vive en Alto Hospicio, apuntando a los graves problemas de seguridad a los que se enfrentan sus habitantes. Una realidad que como Enlace Urbano hemos experimentado, luego de estar trabajando por más de un año en terreno, con las comunidades de El Boro, La Pampa y Alto Molle.
La situación que se vive en esta comuna es crítica y podríamos estar presenciando el nacimiento de “favelas a la chilena”, cunas de la exclusión. Por esta razón, es prioritario fortalecer a los gobiernos locales y los servicios con presencia y contacto directo en el territorio. Todos, tanto la sociedad civil como las instituciones del Estado, las organizaciones y el mundo privado, junto a la comunidad, debemos hacernos cargo.
Estamos convencidos que de esta forma podremos generar instrumentos para mejorar la convivencia en los territorios, y velar por la participación activa de vecinos y vecinas que actualmente se ven atrapados en un clima de aridez y hostilidad que abruman. Solo si estamos organizados seremos capaces de recuperar los espacios públicos que nos han arrebatado.
Diego Alonso Díaz
Director ONG Enlace Urbano
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