"Rechazar para reformar"
SEÑOR DIRECTOR
Andrés Longton (La Tercera 15.02), cuestiona nuestro "rechazar-para-reformar" planteando una idílica metáfora: el proceso del "apruebo" sería como "una liga de futbol… con reglas claras y justas" donde "todos los hinchas puedan sentirse representados". ¡Alicia en el país de las maravillas! En el país real, los partidos no se han podido jugar porque un puñado de violentistas no acata las reglas del juego.
Eso mismo que ha pasado en los estadios, sigue pasando en nuestras calles, y la oposición no ha tenido el coraje ni la honestidad republicana para condenar la violencia sin ambigüedades. Todo indica que será la tónica de los próximos dos años, especialmente si gana el apruebo, con los consiguientes efectos en la economía, el empleo, el emprendimiento y la calidad de vida de los chilenos.
Pero más allá de la metáfora, para Andrés y sus nuevos compañeros de ruta, la historia reciente de Chile es la historia de un país "enfermo", "agotado de que le den siempre el mismo antídoto en pequeñas dosis".
Sería interesante saber cuál es el "antídoto" que proponen y cuáles son "las dosis" que pretenden "prescribir", a partir de la hoja en blanco. ¿Son los mismos antídotos que propone la izquierda? ¿Difieren solo en las dosis?
"Rechazar para Reformar" se hace cargo del malestar social y propone reformas institucionales y sociales profundas y responsables, que no se demoran dos años. El camino del "apruebo", además de caro y lento, es incierto porque hasta ahora solo nos hablan del camino, pero no sinceran cuál es su verdadera receta.
Luis Pardo Sáinz
Diputado RN
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