Rechazo al retiro de fondos previsionales: una buena noticia

quinto retiro

Lo sucedido el lunes en el Congreso ofrece una oportunidad al gobierno para cerrar definitivamente la puerta a futuras propuestas de retiro de fondos previsionales.



En medio de la incertidumbre por el resultado de la votación, finalmente la Cámara de Diputados rechazó la noche del lunes el proyecto de ley presentado por un grupo de parlamentarios para permitir a los cotizantes del sistema de AFP un nuevo retiro del 10% de fondos de sus cuentas individuales de ahorro previsional. Con 70 votos a favor, 70 en contra y 12 abstenciones estuvo lejos de los 93 votos necesarios para despachar la iniciativa al Senado, la cuarta de su tipo en casi dos años. Lo mismo sucedió con la segunda iniciativa ingresada por el gobierno para aprobar lo que calificó el propio ministro de Hacienda, Mario Marcel, como un retiro más acotado, que permitía el uso de fondos solo para el pago de deudas contraídas hasta el 31 de marzo pasado.

Si bien en este último caso, la propuesta solo requería de una mayoría simple para ser aprobada, el gobierno no logró sumar los apoyos necesarios al alcanzar solo 68 votos favorables, 83 en contra y una abstención. Un resultado que no solo generó sorpresa en algunos sectores del oficialismo, sino que además tensionó la relación entre los socios de la coalición de gobierno y fue visto como una derrota para el ministro Secretario General de la Presidencia. “Es difícil de entender que los mismos que lo aprobaron en la comisión de Trabajo luego lo rechazaron en la sala”, apuntó el ministro Jackson. Pero más allá de los conflictos internos y los requilibrios que eventualmente puede producir en el oficialismo, el rechazo de ambas iniciativas es una buena noticia para el país.

En el actual escenario económico, con una inflación acumulada en 12 meses de 9,4% -la mayor en casi 15 años- y con actores del mercado advirtiendo que el IPC podría superar el 10% a fin de año, avanzar en un nuevo retiro de fondos de la AFP solo habría agravado el panorama, con costos directos para la población. El propio ministro de Hacienda había apuntado, al rechazar la iniciativa de retiro universal del 10% de fondos ingresada por los parlamentarios, que ésta podía elevar la inflación en cinco puntos adicionales. E incluso, pese a que la autoridad sostuvo que los efectos de la propuesta oficialista habrían sido más acotados, era difícil prever a ciencia cierta los verdaderos alcances que esa medida podría haber tenido en el actual contexto inflacionario.

En ese sentido, el rechazo a la medida le da una oportunidad al gobierno para avanzar hacia un acuerdo que ponga fin definitivamente a una política que no solo ha tenido serios efectos en la economía, sino que ha comprometido los ahorros previsionales de millones de chilenos y, ha contado con el apoyo tanto de parlamentarios de derecha como de izquierda. En momentos en que ya fue presentada una moción para impulsar un “sexto retiro”, el oficialismo en lugar de desviar nuevamente su atención para contener el avance de esa propuesta debería concentrarse en abordar los desafíos económicos que enfrenta, cerrándole definitivamente la puerta a los retiros. El actual escenario económico y los altos costos de esa política para el país lo hacen indispensable.

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