Reconocimiento global del Medio Ambiente como Derecho Humano

AFP


Por Adriana Murillo Ruin, Embajadora de Costa Rica en Chile, Kenza El Ghali, Embajadora del Reino de Marruecos en Chile y Christophe Vauthey, Encargado de Negocios a.i. de la Embajada de Suiza en Chile.

Este 28 de julio se adoptó por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas la resolución “El derecho humano a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible”, presentada por nuestros países, Costa Rica, Marruecos y Suiza, junto con Eslovenia y Maldivas, que participaron también como socios principales en la elaboración y negociación de esta iniciativa. Este texto reconoce, por primera vez a nivel global, el ambiente limpio, sano y sostenible, como un Derecho Humano.

La resolución aprobada por 161 votos a favor, y copatrocinada por más de 110 países, incluido Chile, es un hito en el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho ambiental y contribuirá a acelerar los avances en estas materias a nivel internacional y nacional, en un momento crucial en que la comunidad internacional enfrenta una triple crisis ambiental: climática, de pérdida de biodiversidad y de contaminación. Con este acuerdo, los países muestran su compromiso con el bienestar común y la supervivencia misma de las presentes y futuras generaciones.

Este logro es resultado de un proceso progresivo multilateral con orígenes en la Conferencia sobre el Medio Humano (Estocolmo 1972), que colocó las cuestiones ambientales en el centro de la discusión internacional. Pero el antecedente más directo de este importante reconocimiento se remonta a la primera resolución del Consejo de Derechos Humanos sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente y la conformación de este grupo de países patrocinadores principales, hace más de una década. Este desarrollo diplomático, contó, con el paso de los años, con el apoyo de muchos países, organizaciones, académicos y activistas de la sociedad civil, alrededor del mundo, sin el cuál no hubiera sido posible llegar hasta este histórico momento.

En el año 2012, se logró establecer, por otra resolución de ese mismo Consejo, el mandato del experto independiente sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el disfrute de un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible, cargo que ha sido ejercido primero por John Knox (2012-2018) y posteriormente por David Boyd (2018- hasta la actualidad). Los informes de estos procedimientos especiales permitieron ampliar el conocimiento sobre las relaciones entre los derechos humanos y el medio ambiente y alimentaron la discusión intergubernamental y las resoluciones previas en el principal órgano de las Naciones Unidas sobre derechos humanos.

El pasado 8 de octubre del 2021, se adoptó, en sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la resolución 48/13 propuesta por estos mismos países, que finalmente reconoció el derecho como tal. Si bien este fue un paso fundamental, el Consejo está compuesto por 47 Estados Miembros de las Naciones Unidas que son elegidos por la Asamblea General, por lo que con la aprobación de la Asamblea General, se alcanza el reconocimiento en un órgano de membresía universal.

Si bien las resoluciones de la Asamblea General constituyen recomendaciones para los países miembros, con esta adopción se sella el creciente consenso internacional sobre la materia, lo que catalizará la adopción e implementación efectiva de estándares ambientales globales más sólidos y homogéneos. La resolución puede facilitar también el reconocimiento del derecho humano a un ambiente sano en más constituciones y legislaciones nacionales y sus elementos pueden servir de parámetros de interpretación para la jurisprudencia de tribunales internacionales y nacionales.

Igualmente, se refuerza la implementación del derecho ambiental, pues se establece que la promoción de este derecho humano requiere la plena aplicación de los acuerdos multilaterales relativos al medio ambiente con arreglo a los principios del derecho ambiental internacional.

Los tiempos de la diplomacia y de la plena implementación de los derechos humanos pueden ser lentos y requerir trabajo sostenido y constancia, pero hoy podemos decir con satisfacción y esperanza: El tiempo del Derecho Humano a un Ambiente limpio, sano y sostenible finalmente ha llegado.

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