Recuperación económica, construcción y productividad

Construccion


Por Esteban Rojas, economista senior Comisión Nacional de Productividad

Durante el año que recién comienza, los sectores económicos esperan levantarse de la aguda caída que la gran mayoría sufrió en 2020, aunque, como señala el Banco Central en su último IPOM, a un ritmo más lento que lo anticipado, y con marcadas diferencias entre sectores. Rubros más afectados por el distanciamiento social, como la construcción, continúan más rezagados que el resto de las ramas, por lo mismo se espera una mayor incidencia de estos en la recuperación.

La Comisión Nacional de Productividad analizó el estado y evolución de la productividad en el sector construcción, identificando las principales barreras que inhiben una mayor eficiencia en el desarrollo de obras de infraestructura pública y de edificación privada. La metodología de trabajo se sustentó en más de 400 entrevistas y talleres realizados entre octubre de 2019 y agosto de 2020, con actores públicos y privados, nacionales y extranjeros; la revisión y análisis de todas las bases de datos públicos relacionadas al desarrollo de obras de construcción; y, a través de una alianza con Matrix Consulting, información de 100 obras en Chile y 40 en el extranjero para la construcción de un benchmark de productividad nacional e internacional, respectivamente.

El resultado es categórico, y debe considerarse para una recuperación económica robusta: sin importar el indicador utilizado, la productividad del sector construcción en Chile es menor al promedio OCDE y al resto de la economía chilena. Cerrar esta brecha podría significar que el PIB de la construcción fuese US$ 4.500 millones mayor a lo que fue en 2019.

Por cierto, no existe una bala de plata que permita solucionar el problema y las responsabilidades son compartidas por el sector privado y el Estado. Por ejemplo, sobre el primero recae la alta dispersión en el nivel de estandarización de elementos constructivos, la baja digitalización, y, por sobre todo, el escaso monitoreo a indicadores de productividad que impide medir mejoras en las empresas. Por otro lado, las políticas públicas pueden incidir en la recuperación mediante medidas implementables en el corto plazo que además gatillen ganancias en productividad en la provisión de infraestructura pública. Entre estas nos encontramos con acercar las etapas de diseño y construcción, mejorar la gestión en las modificaciones de contratos, perfeccionar el proceso expropiatorio y ajustar la normativa para los cambios de servicio y ordenanzas municipales que restringen el horario de construcción.

La CNP entregó a la Presidencia de la Republica una hoja de ruta para la implementación de medidas. A raíz de ello, el MOP ha conformado mesas de trabajo que buscan priorizar y poner en marcha algunas recomendaciones con plazos claros para el 2021, y se espera que más ministerios hagan lo mismo. Pero la productividad es tarea de todos, por lo que será importante que desde el mundo privado se avance con fuerza en la importante agenda de potenciales mejoras que dejó el estudio.

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