Referendo revocatorio: un acercamiento al parlamentarismo

Cuenta Pública


Por Gonzalo Valdés, director ejecutivo del Centro de Políticas Públicas UNAB

Queda poco para el plebiscito sobre la nueva Constitución y ya se empieza a discutir el contenido. Uno de los grandes temas tiene que ver con la división del poder político, algo que toda Constitución delimita.

Dos bandos parecen confluir en la pelea. Uno propone cambiar el modelo de democracia de forma radical: el presidencialismo ha muerto, viva el parlamentarismo. Otro propone mantener las cosas como están: el éxito chileno muestra que el presidencialismo es funcional.

Eliminar de cuajo el presidencialismo es riesgoso, debido a la complejidad del sistema político. Remover la columna vertebral de nuestra democracia es peligroso: la complejidad del sistema político es tan alta que nadie es capaz de conocer todos los detalles para adelantarse a los problemas. Basta recordar que la guerra civil de 1891 se generó, en parte, debido a diferencias en la interpretación de la Constitución de la época.

Mantener la situación actual es un contrasentido. En la práctica, el estallido reformó el sistema presidencial sin mediar ninguna reforma en el papel. Se habló de parlamentarismo de facto para describir esta curiosa situación que obligó al mandatario a entregar poder al Congreso. Es evidente que una democracia no resiste dos años de un Presidente sin apoyo popular ni parlamentario.

En lo que sigue, propongo agregar un referendo revocatorio al presidencialismo nacional, acercándonos de forma decidida al parlamentarismo. Referendos de este tipo existen en Reino Unido, Alemania, Suiza, 19 estados de Estados Unidos y muchos otros.

El sistema funciona de la siguiente forma:

1.- El Senado puede desafiar al Presidente, siempre que logre conformar una mayoría de 4/7. El quorum requerido es bajo ya que, como se verá más adelante, el referendo implica un riesgo para los senadores que desafíen al Presidente.

2.- Para esto, el Senado presenta un candidato desafiante. Después de 60 días de campaña, la ciudadanía deberá decidir si apoyar al Presidente o al candidato propuesto. Obviamente, un sistema presidencial debe aprovechar el referendo para generar una alternativa de gobierno.

3.- El Senado gana el desafío y el Presidente pierde si su candidato logra juntar más votos de los que sacó el Presidente electo al momento de ser elegido. Lo contrario pasa si no se logra esta meta. Este límite es necesario para evitar que el Senado pida continuamente remover al Presidente y le da un sustento democrático al candidato del Senado cuando es electo. No es buena idea generar una elección entre el Presidente y el desafiante, ya que todos los presidentes ven caer su popularidad en la mitad de su mandato. También, la pregunta en la papeleta debe reflejar que no es una elección entre dos personas, sino una pregunta pública sobre si remover al Presidente y reemplazarlo por el candidato del Senado.

4.- Si el Senado gana el desafío, el Presidente abandona el cargo y es sustituido durante el tiempo faltante para terminar el período. Esto obliga a permitir la reelección presidencial para evitar gobiernos de cortísima duración. El Presidente no puede postular a cargos públicos durante cinco años, el mismo plazo de una acusación constitucional.

5.- Si, en cambio, el Senado pierde el desafío, son los senadores que apoyaron la moción los que deben abandonar sus cargos. Los senadores salientes no pueden postular a cargos públicos durante cinco años, el mismo plazo de una acusación constitucional. Los senadores salientes son reemplazados por los candidatos a senador que no fueron electos, de acuerdo al orden de precedencia implícito en el sistema electoral. Debido a la forma en que funcionan los sistemas electorales, el Presidente logra un Senado a favor en caso de ganar el desafío.

En definitiva, la propuesta agrega una válvula de escape al sistema presidencial, un cambio fuerte a nuestro presidencialismo. Ésta utiliza las elecciones anteriores para asegurar legitimidad, impidiendo que un Presidente sin apoyo ciudadano y parlamentario se mantenga años en el poder.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.