SEÑOR DIRECTOR:
La Reforma a las Policías no está detenida ni retrasada -como fue señalado por La Tercera en su edición de sábado-, sino que avanza de manera estructurada en tres ejes: eficacia en la función policial, buen ejercicio de la función y mecanismos de probidad y transparencia.
El proceso surgió como respuesta a crisis previas y evolucionó hacia un fortalecimiento institucional frente a nuevos desafíos en seguridad. Para ello, se creó un equipo exclusivo de coordinación, siguiendo recomendaciones técnicas y redistribuyendo el peso e impulso de la reforma dentro de las instancias existentes.
La reforma avanza con medidas concretas. En eficacia, se fortaleció el control civil con planes estratégicos, operativos y un sistema de supervisión; se aumentó la dotación de la PDI con la ley de agentes policiales, y la de Carabineros con la ley que modificó el llamado al servicio y el aumento de su capacidad formativa. En buen ejercicio, se está implementando la ley de Cámaras Corporales, se actualizaron protocolos de orden público y avanza el proyecto sobre Reglas de Uso de la Fuerza. En probidad y transparencia, se instauraron auditorías externas, unidades de control interno y sistemas de reclamos ciudadanos, en el marco de un nuevo modelo de control para prevenir conductas indebidas.
En este contexto, la creación del Ministerio de Seguridad Pública refuerza la supervisión y gestión de las policías, e institucionaliza la reforma permanente como una política de Estado. Esto garantiza su continuidad a largo plazo, su desarrollo estructurado y la consolidación de mecanismos de control efectivos sobre la función policial.
José Roa
Coordinador Reforma a las Policías
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