Reforma de pensiones

SEÑOR DIRECTOR:

No aprobamos la reforma de pensiones porque es insuficiente para nuestras aspiraciones. Legislando a matacaballo, no hay espacio para un análisis profundo, pero llamamos al Congreso a corregir, al menos, lo siguiente:

1) La reforma es injusta con los trabajadores porque mientras el Estado recibirá todas las nuevas cotizaciones en 3 años, los trabajadores recién un 0,25% ese tercer año y un 4,5% en ¡9 u 11 años! Eso postergará el aumento de pensiones de los cotizantes y sumará un riesgo a que se concrete ese 4,5%.

2) También rechazamos que incluya un 1% de cotización de reparto junto con el SIS, 1% que beneficiaría más a los cotizantes si fuera a sus cuentas individuales.

3) Es un riesgo para la libertad de elegir que el IPS pueda administrar cuentas. Eso, más un mecanismo de licitación que no evita la concentración de la industria y el anuncio de un “inversor estatal”, pueden abrir una ventana para que el Estado -o sea, los políticos- terminen controlando nuestros fondos. Distinto sería una AFP estatal que compita en igualdad de condiciones.

4) También solicitamos que los afiliados sean consultados por su respectiva AFP si quieren participar de la licitación en forma previa y posterior a ésta.

La reforma recoge las banderas de lucha que largamente hemos defendido: (1) que el 6% vaya a la cuenta individual, aunque preferimos evitar el préstamo al Estado o que al menos este sea respaldado por bonos corrientes; (2) que se eliminen trabas para que existan muchos administradores; (3) que se introduzcan comisiones variables por rentabilidad; y (4) que se igualen las pensiones de hombres y mujeres. Pero se queda corta y abre riesgos.

Stephanie Jéldrez, Francisco Ibieta

Marta Salazar, Emilio Valenzuela

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