¿Regular y desregular?
SEÑOR DIRECTOR:
Nuestro país es uno de los más regulados y legalistas del mundo. Prueba de ello es que de manera reactiva y ante cualquier situación mediática que impacte a la opinión pública, se responde proponiendo nuevas leyes, bautizadas con nombres propios en forma populista, lo que las hace más populares aún para presionar al Parlamento para su rápida aprobación. Acá todo se arregla con más leyes que son muchas veces innecesarias, ya que la legislación vigente es suficiente y bastaría solo con aplicarla. Para agilizar los permisos y autorizaciones de nuevos proyectos no se requiere de más regulación, sino de menos para simplificar las normas y leyes existentes y derogar muchas otras que sobran.
Vale la pena estudiar esto seriamente para desregular y simplificar nuestro complejo aparato legal y así avanzar en el desarrollo de nuestra economía para retomar el ritmo de crecimiento generador de riqueza y bienestar que todos los chilenos esperamos.
Yves Besançon Prats
Arquitecto
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