Retraso del nuevo hospital del Salvador

SEÑOR DIRECTOR:

A fines del año pasado, las autoridades anunciaban que la construcción del nuevo Hospital del Salvador e Instituto Nacional de Geriatría presentaba un 68% de avance y que su puesta en marcha comenzaría este año.

Ya está concluyendo agosto y no parece haber posibilidades de que se cumpla el plazo estipulado, para un recinto que desde que se licitó en 2014 ha registrado múltiples retrasos por diversas situaciones.

Con todo, el Ministerio de Salud comenzó a adquirir equipamiento y dispositivos médicos con el objetivo de prepararse para la eventual apertura del recinto hospitalario, los que fueron comprados hace más de un año a proveedores de la industria de la salud. Esto ha generado una serie de inconvenientes, como que las garantías de fábrica de esos equipos tienen duración de un año, por lo que ante cualquier eventualidad, deberán los proveedores hacerse cargo de esas garantías. También está el caso de las baterías de determinados equipos, que deberán ser reemplazadas por los proveedores, porque quedaron obsoletas.

A lo anterior se suma el inconveniente de que esos equipos no han sido pagados en su totalidad, aplicándose un criterio similar al que se utiliza en los contratos con las empresas constructoras de estos recintos, donde se va cancelando de acuerdo con los avances por etapa de la obra.

En el caso del equipamiento médico no debiese aplicarse ese criterio, porque cuando estos se entregan, quedan inmediatamente disponibles para ocuparse. Por lo mismo, consideramos que lo razonable sería que contra entrega se cancele el 95% del valor total del equipo y se reserve un 5% al momento de la puesta en marcha del hospital, y no del 40%, como ocurre actualmente.

Eduardo del Solar

Director Ejecutivo

Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud