Robin Hood

Chambers


SEÑOR DIRECTOR:

Daniel Matamala, el columnista regalón del Frente Amplio, argumenta que en Chile los impuestos son bajos y que los ricos pagan poco. Según estimaciones de Deloitte, Chile tiene una carga tributaria sobre el PIB de 27%, siendo mayor que la de Italia, Japón y Australia. Y bien medida, la brecha con la OCDE es de tan solo 1,8% del PIB.

¿Quién paga todo esto? En Chile, el impuesto a la renta se paga recién con un ingreso equivalente a un 180% del ingreso mediano, mientras en la OCDE se paga cuando este alcanza un 40% del mismo. Esta distorsión hace que el 0,8% de mayores ingresos pague el 60% del total de lo recaudado por ese concepto y que el 0,01% que tanto obsesiona a Matamala (9.700 personas) paguen el 25% del total. ¿En qué país de la OCDE ocurre algo similar? Además, el impuesto a las empresas representa un 23,3% de la recaudación total de impuestos, más que duplicando el promedio de la OCDE.

En cuanto a los pobres, Matamala no considera los beneficios que reciben del Estado, los que más que compensan el efecto de los pagos que hacen por IVA.

Por último, en el ranking 2022 de Competitividad Global de IMD, la eficiencia del gobierno alcanzó el mediocre puesto 30 entre 63 economías. A ello hay que añadir los 8.300 millones de dólares al año (casi 3% del PIB) que se desperdician en exceso de sueldos y mala gestión.

Así las cosas, los lectores no deben dejarse engañar: Chile es un país de impuestos altos, soportados fundamentalmente por las personas de mayores ingresos, con un Estado dramáticamente ineficiente y cada vez más corrupto, parecido a aquel del que Robin Hood recuperaba los impuestos extraídos para devolverlos a sus legítimos dueños.

Axel Kaiser

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