Salirse de la OMS, una mala decisión

Laurent Gillieron/Keystone FILE via AP


SEÑOR DIRECTOR:

Recientemente, el Presidente de Argentina anunció su retiro de la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo que cumple un papel fundamental en la gobernanza sanitaria global. Uno de los principales argumentos para dejar el organismo se relaciona con la forma en que se manejó la pandemia, sobre todo respecto de las cuarentenas. Manuel Adorni, vocero de la Casa Rosada, señaló que esta medida “le da al país mayor flexibilidad para implementar políticas adaptadas al contexto de intereses que requiere Argentina, mayor disponibilidad de recursos y reafirma nuestro camino de soberanía”.

Además de ser un error político y estratégico, esta medida es quedarse fuera de las políticas sanitarias de alcance global. Debemos recordar que la OMS entrega recursos técnicos a los países miembros para apoyar la implementación de programas de salud pública, lo que es de especial interés en la respuesta a emergencias sanitarias mundiales. Adicionalmente, los países pueden tener dificultades para acceder a los recursos necesarios para responder efectivamente a estas emergencias y a ninguno le conviene aislarse de la comunidad internacional en salud, lo que podría limitar la capacidad del país para participar en la formulación de políticas y programas de salud globales.

En un mundo interconectado, ningún país se beneficia de aislarse en materia sanitaria.

Sofía Salas Ibarra

Docente investigadora en bioética, Universidad del Desarrollo

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