Se puede caminar y mascar chicle

Expertos apuntan a que mientras las viviendas sociales aumentan su tamaño, las del sector privado disminuyen.


SEÑOR DIRECTOR:

Pasa el tiempo y los resultados en materia de vivienda son decepcionantes. El reporte de cada año no varía: crece el número de unidades para solucionar el déficit habitacional. Este 2024, vamos en casi un millón de propiedades en contra.

Una propuesta interesante presentada por Déficit Cero y la CchC fue la concesión de construcción de viviendas públicas en terrenos fiscales, para que, luego, la empresa que se adjudique la licitación arriende dichas unidades bajo un esquema de arriendos subsidiados.

Creo que esta iniciativa es un “triple win”. Gana la empresa privada: el costo de construcción disminuye significativamente, pues el desarrollador no debe comprar el paño para la habilitación. Además, tiene un flujo asegurado por los años que dure la concesión. Ganan las familias: reciben una vivienda digna, con buen acceso a transporte, servicios (los terrenos fiscales tienen excelentes ubicaciones) y a un valor acorde a su capacidad de pago. Finalmente, el Estado entrega soluciones habitacionales de calidad a muchas familias, no asume el costo de construcción, no pierde la propiedad de los terrenos, y, de paso, apoya la reactivación del sector.

Al recibir esta idea, el gobierno indicó que era “posible”, sin embargo, su foco estaba en el programa “Arriendo a Precio Justo”, el cual está lejos de cumplir con lo comprometido.

Pregunto: ¿por qué no abordar este proyecto en paralelo con el actual programa estatal? Si se quiere, siempre es posible caminar y comer chicle.

Sergio Barros

Director ejecutivo de Enlace Inmobiliario

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