Seguimos cayendo en libertad económica
SEÑOR DIRECTOR:
Chile muestra otra cuantificación de su retroceso. Esta vez el indicador de libertad económica publicado por Fraser Institute refleja una caída al lugar 30 en el reporte de este año, seis puestos por debajo del lugar que teníamos en el reporte del año pasado. El puntaje general que Chile obtiene es de 7,66 puntos de un máximo de 10. Al desagregar por áreas podemos ver dónde están nuestros problemas, observándose con claridad que estamos mal en lo que respecta al consumo del gobierno (6,16 puntos), la tasa impositiva más alta (6 puntos), y en aspectos regulatorios, donde en este último ítem los obstáculos más relevantes se encuentran en regulación de negocios (6,22 puntos), y en regulación del mercado laboral.
Esta caída en el desempeño no es casualidad, sino que es la consecuencia de ir acumulando trabas en distintos ámbitos prácticos, desde un creciente y burocrático aparataje estatal que ya nos tiene con más de 1,1 millones de asalariados públicos; una maraña en permisología que solo frena el emprendimiento; rigideces laborales que en lugar de favorecer a los trabajadores golpean el dinamismo del mercado, afectando tanto sueldos como mejoras de empleo; y en general una postura antiempresa de parte de las autoridades.
La libertad económica es una condición necesaria para que florezcan los países, en base al incentivo que tienen las personas de innovar y empujar al máximo su capacidad de emprendimiento. Cuando ponemos trabas a este proceso, no es sorpresa que nos vaya mal, crezcamos poco, los inversionistas prefieran arriesgar su dinero en otro lado, y el país obtenga como recompensa un magro crecimiento de 1%-2% anual. Si queremos mejorar en serio debemos retomar la receta que sabemos da resultado, de lo contrario, los resultados seguirán empeorando los próximos años.
Félix Berríos Theoduloz
Economista
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