Segunda vuelta
SEÑOR DIRECTOR:
La ingeniería electoral es una herramienta válida en la selección de candidatos y políticas de alianzas de los partidos. Sin embargo, no debe olvidarse que el voto representa la forma en que se conforman mayorías para gobernar.
En las últimas elecciones locales y regionales, hemos visto cómo han resultado electos candidatos que han bordeado el 20% de los votos, mientras que otros se han impuesto por mayorías relativas que rondan el centenar de votos. Otros han construido sus mayorías sobre la base de la dispersión de rivales afines entre sí.
La legitimidad democrática, en el sentido de que las elecciones efectivamente representen la voluntad soberana, exige que se instaure la segunda vuelta en todos los cargos uninominales, específicamente alcaldes y gobernadores, donde el umbral para ganar en primera vuelta sea 50% más uno de los votos.
Alejandro Sifri