SEÑOR DIRECTOR:
El fallo de la Corte Suprema que rechaza la demanda colectiva de Sernac y Conadecus contra la empresa SCA Chile es una sentencia que aplica el derecho.
Pueden existir puntos de vista relacionados con las exigencias de justicia material en favor de los consumidores, y que desde esa perspectiva el fallo no los reconoce. Por ejemplo, que la norma legal vigente aclaraba que no era procedente la reclamación de indemnización de daños a través de un procedimiento en defensa de un interés difuso, y que para que exista interés colectivo que permita indemnizaciones se necesitaba vínculo contractual entre el infractor y los consumidores, lo que no ocurría en este caso.
En relación con la intervención en asuntos sociales o políticos, los jueces deben ser muy conscientes de lo desafortunado y dificultoso que es internarse por esos caminos, precisamente por invadir competencias de otros poderes del Estado. Se valora que nuestra Corte Suprema, al menos en este fallo, ha tenido muy en vista la necesidad de autor restringirse y no dar lugar a las peticiones que se quedan fuera del marco de sus específicas competencias. Y esto no es sino comprender por el máximo tribunal que las normas legales, nos gusten o no, son razones protegidas, y deben observarse por todos los operadores jurídicos, todos. Así lo explica un importante teórico del Derecho, Joseph Raz.
En ese sentido, el derecho obliga aun cuando no nos gusten los resultados. Cualquier otra mirada es comenzar a desentenderse del Estado de Derecho. Con especial cuidado deben leerse los planteamientos de quienes no estando agradados con el fallo exaltan -a su juicio- los vicios de la sentencia por apartarse de las exigencias morales que deberían atenderse. La moral es de cada uno, pero el Derecho es de todos. Y las normas jurídicas tienen relevancia práctica y autoridad, ya que constituyen nuevas razones justificatorias diferentes de las razones morales.
Jaime Lorenzini
Doctor en Derecho
Profesor de la Universidad de Chile
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