Side letters
SEÑOR DIRECTOR:
En las últimas semanas, el debate sobre el CPTPP se ha centrado en las side letters, acuerdos paralelos que Chile ha solicitado considerar a los países firmantes del tratado, con el fin de excluir bilateralmente la aplicación del capítulo sobre solución de controversias inversionista-Estado. Al respecto, existen dos puntos que merecen mayor debate.
El primero es la eficacia de la estrategia propuesta. La exclusión del mecanismo de solución de controversias del CPTPP por la vía de side letters no tendrá efecto alguno, más allá de eventualmente postergar su aprobación por el Senado y ratificación por el Ejecutivo, a menos que también se modifiquen las fórmulas de solución de disputas de inversión previstas en los tratados actualmente vigentes entre Chile y los países miembros del CPTPP. Esto, porque el mismo se asienta en el principio de coexistencia con otros acuerdos, de modo que, aun consiguiendo todas las side letters -lo que no logró Nueva Zelandia- eliminando toda posibilidad que inversionistas demanden al país recurriendo al CPTPP, Chile podría verse igualmente demandado por esos mismos inversionistas en base a otros acuerdos en vigor.
Ya que la eficacia de las side letters será, al menos, modesta, pero el rechazo a las disputas de inversión por una parte del oficialismo es implacable, es indispensable tener claridad si también se está evaluando la revisión de tratados vigentes que contienen mecanismos de solución de disputas inversionista-Estado, firmados desde la década de 1990, a fin de debatir en toda su magnitud los efectos internacionales que tendría para Chile una decisión de esa naturaleza.
El segundo punto es diplomático. Desde las relaciones exteriores, contar con un mecanismo de solución de controversias de inversión es útil, ya que permite encapsular las diferencias, evitando que escalen y tensionen la generalidad de los vínculos. Esto es especialmente importante para la relación bilateral con países estratégicos para Chile, varios de los cuales son o buscan ser parte del CPTPP, en las que confluyen intereses que trascienden con creces los económicos y comerciales. Existen varios casos concretos respecto de nuestro país que sería importante repasar para evaluar con una perspectiva más amplia el provecho de estos mecanismos.
Por cierto, el sistema de solución de disputas de inversión está lejos de ser perfecto y requiere ajustes, pero optar por alejarse, como han hecho países de nuestro entorno con distintos grados de intensidad en años recientes, no parece la alternativa óptima ni para resolver conflictos ni para las relaciones internacionales.
Carolina Valdivia
Abogada y ex subsecretaria de Relaciones Exteriores