Sin excepción
SEÑOR DIRECTOR:
El atentado de Hamas a Israel, el 7 de octubre, es una tragedia que se multiplicó a lo largo del tiempo en más dolor para los pueblos israelí y palestino. Ambos merecen vivir en paz y los DD.HH. son un principio inalterable. Es esperable que valga para todos, ya sean judíos, cristianos o musulmanes, incluyendo a las víctimas de ese trágico día.
Muchos estamos convencidos que la ONU es clave para la paz y estabilidad global, al contrario de quienes creen en un mundo mejor sin ese organismo. Por eso, debe ser fortalecida su institucionalidad y no se deben condonar hechos contrarios a su carta fundamental.
Es llamativo el silencio de muchos países frente a la posibilidad de que miembros de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNWRA) puedan estar involucrados en el ataque del 7 de octubre, como la propia ONU reconoció hace algunos días. Es una mala noticia que requiere ser investigada por su gravedad. Al respecto, esperaría que se haga un llamado del gobierno y de otras naciones para que se aclare la verdad.
Chile y otros países de la región han dado el ejemplo al exigir que se cumpla el derecho internacional y la protección de los DD.HH. en diversos lugares del mundo. Nuestras autoridades son las primeras en denunciar al régimen de Maduro, porque violenta la voluntad popular, o la guerra de Ucrania, donde un país no puede invadir impunemente a otro. También en el Medio Oriente se pide que los DD.HH. sean la norma. Esta vez no debe ser la excepción. La vida y DD.HH. de las víctimas de ese día, y de las que vinieron después, merecen esa respuesta. Si funcionarios internacionales participaron de la barbarie terrorista, deben responder por sus actos.
Jaime Baeza Freer
Académico Facultad de Gobierno
U. de Chile
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.